El último domingo de mayo estamos llamados a participar en una
nueva cita electoral: las elecciones europeas. Faltan cuatro intensos meses en
los que deberemos compatibilizar la respuesta ciudadana a las políticas
neoliberales que estamos padeciendo con la necesaria e imprescindible pedagogía
para convencer de la conveniencia de participar en esta cita electoral.
Haciendo un poco de esa pedagogía, creo imprescindible recordar
que estas elecciones se celebran cada cinco años y viene haciéndose así desde
1979, aunque previamente a la cita de 2004 se revisaron diversos aspectos de la
normativa electoral para tratar de homogeneizar el proceso en los diferentes
países participantes.
Tras el Tratado de Lisboa en 2009, si se pone en marcha lo allí
acordado, a nuestro país le corresponderían 54 escaños de los 751 que conforman
el Parlamento Europeo. Alemania tendría 96 y entre 73-74 corresponderán a
Francia, Reino Unido e Italia. Fue en el año 1984, siglo pasado, cuando se
produjo la mayor participación en nuestro Estado con un 68,9% frente al 44,90%
en las últimas elecciones europeas en 2009
Es cierto que todo lo que nos suena a mandatos de los organismos
europeos, en estos momentos, nos hace ponernos en alerta y activar todas
nuestras alarmas ideológicas. No podemos ni debemos quedarnos con que los
eurodiputados y eurodiputadas cobran unos magníficos sueldos, viajan en primera
clase y no trabajan. Es más, nuestra responsabilidad como ciudadanía activa y
responsable nos debe llevar a exigir la rendición de cuentas del trabajo
realizado por quienes son miembros del Parlamento Europeo. Son nuestra voz en
Europa, una Europa cada vez más debilitada por la falta de solidaridad
intraterritorial y los abusos y concesiones realizados al capital financiero
No obstante, gracias a las Directivas aprobadas en la Cámara
Europea en nuestro país hemos avanzado en asuntos de igualdad de género en los
convenios colectivos instaurando derechos como el permiso de lactancia o de
paternidad. Así mismo, en el ámbito educativo ha sido reconocido el derecho del
profesorado interino a percibir el completo por antigüedad y por el de
formación en igualdad de condiciones que el personal funcionario de carrera
resaltando la importancia de la formación del profesorado en el ejercicio de
sus funciones docentes.
Necesitamos un parlamento europeo constituido por personas de
probado compromiso ético, honestas y rigurosas,
no solo convencidas de su obligación de rendirnos cuentas de su trabajo
en dicha Cámara, sino intachables en hacerlo. La defensa clara de las políticas sociales y de empleo deben
ser, en estos momentos, una prioridad para que el conjunto de ciudadanos y
ciudadanas europeos nos sintamos realmente representados y veamos reflejada en
su actividad parlamentaria todas nuestras preocupaciones, todas nuestras
demandas.
El último domingo de mayo nos jugamos mucho. No estamos decidiendo
quién nos va a gobernar en nuestro pueblo, Comunidad Autónoma o Estado. Es
cierto, pero estamos decidiendo quiénes van a redactar Directivas como las
referidas poco antes y a definir las políticas que se han de aplicar en todos
los estados miembros. ¿Queremos seguir con las políticas de recortes en
servicios públicos o sociales?, ¿queremos, como asalariados, seguir asumiendo
los costes de la crisis económica?, ¿queremos que se siga anteponiendo la
codicia individual de unos pocos o de un partido al bien común de la inmensa
mayoría de la ciudadanía?.
Muchas más podrían ser las preguntas, otras tantas las respuestas,
y con ellas podríamos enzarzarnos, pero ahora hay una obligación: conocer el
discurso europeo de las mujeres y hombres que sean los candidatos y un mandato
claro y sencillo, participemos en las elecciones europeas y expresemos con
nuestro voto qué rumbo queremos que siga Europa. En nuestras manos está parte
de ese futuro. No lo desaprovechemos.
Inmaculada Sánchez Velasco
Maestra, funcionaria y miembro de Foro Ético.
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Hago una precisión, son las únicas elecciones que tienen una circuscripción única y por tanto debemos tomar en consideración que el voto es más significativo y no tanto como mirando el ombligo de cada partido.
ResponderEliminarSería conveniente recordar que en definitiva las directivas salen del parlamento europeo, en definitiva debemos desterrar la idea de que están lejos y no hacen lo que tienen que hacer. Sería bueno concienciar a los votantes que acudan y la participación sea importante.