miércoles, 27 de febrero de 2013

VOLVER A LA PANA

Dicen muchas veces aquello de que cualquier tiempo pasado fue mejor y ahora, que en estos tiempos estamos viviendo una situación tan dura, tan dramática donde mucha gente está perdiendo su empleo, su casa, hay suicidios porque está habiendo muchos desahucios es tiempo para que los socialistas de toda Europa pero sobre todo de España, pensemos en volver a nuestros orígenes. 


En los años setenta y sobre todo en los ochenta, el Partido Socialista Obrero Español fue uno de los elementos clave del cambio que España necesitaba, un partido que supo llevar por el camino del bienestar no sin dificultades propias de la época, sobre todo de aquellos sectores que fueron gran resistencia para el avance que demandaba la sociedad. 


Dicen que ahora estamos en una tesitura distinta, que para volver a creer en la Política como el instrumento capaz de cambiar la situación social que estamos viviendo en la actualidad, necesitamos que los partidos cambien en su forma de organizarse, romper con lo que hasta ahora hemos tenido y estoy de acuerdo en dar más voz al pueblo pero sobre todo, más voto, más participación y que la representación sea más real a la que ahora tenemos donde un partido nacionalista tiene más diputados o senadores de lo que le corresponderían y un partido nacional tiene o bien más representación de la que debiera o menos (tanto es así que con una Ley Electoral más justa, hoy el Partido Popular no tendría el “rodillo” que es su actual mayoría absoluta y los partidos de izquierdas como PSOE ó IU tendrían más representación de la que tiene hoy). 

Debemos volver a los orígenes que hicieron grande a la democracia española, al esfuerzo colectivo, a la honradez, a la limpieza, a la higiene democrática, a la humildad…valores que hoy la sociedad en sí ha perdido y es que para muestra, tenemos un sistema educativo donde no se valora debidamente el esfuerzo de un alumno y eso, cuando un ser humano crece y se hace mayor en este país ve que gente que no tiene la suficiente preparación, escala a posiciones de poder social, económica o política de manera alarmante mientras que personas talentosas de nuestro país, cansada de esperar oportunidades que no tiene se va a otros países de Europa o a “hacer las Américas”, lo cual refleja lo mal que está España y la esperanza que tiene el conjunto de la sociedad en que las cosas cambien al menos, a corto plazo. 

Debemos alzar nuestra voz, cambiar las dinámicas de participación, de organización de los partidos donde los ciudadanos así como los militantes de los mismos seamos los verdaderos protagonistas del cambio, del progreso y avance que Europa nos está pidiendo y es que una de las políticas que debemos fomentar es la Política en favor del pueblo, de la gente sencilla, de la gente llana, de la que siempre ha existido, en definitiva, recuperar, en el caso de mi partido, esas letras que se han quedado empañadas por las tinieblas del tiempo actual (me refiero a la “S” de Socialista, a la “O” de Obrero fundamentalmente además de la “E” de España, porque parece ser que la “P” de Partido es la que permanece pero por la fractura clara que tenemos entre nosotros y la sociedad). 

En aquellos años setenta y ochenta, era muy popular Felipe González y su chaqueta de pana (algunos tiempo después, la vestimos porque ha vuelto a ponerse de moda), su discurso cercano, populista que necesitaba en aquel tiempo España y si consiguió triunfar es porque hizo lo que ahora necesitamos hacer de nuevo: arremangarse, hablar con todos, mirarnos todos los socialistas a los ojos y decirnos mutuamente que nos necesitamos para crecer como país y ese esfuerzo compartido se tradujo en cambios políticos y sobre todo sociales que jamás había tenido España y que ahora, gracias a la voracidad de los mercados y de un Gobierno infame, destructivo, dañino y contrario a los deseos de la ciudadanía española, estamos perdiendo a pasos agigantados. 

No está mal ser un nostálgico de un tiempo en el que personas como yo éramos niños y que hemos descubierto por lo que nos han contado nuestros mayores o porque lo hemos leído en libros o estudiado en los colegios públicos como es mi caso pero ¿de qué nos sirve la nostalgia y la memoria si luego no la utilizamos para cambiar el estado de las cosas? ¿acaso nos creemos que de esta crisis saldremos sin hacer nada, esperando a que los demás nos solucionen las cosas?. 

Ahora más que nunca estoy convencido de que la Historia pasa por alto de personas que no hacen nada, de los vagos, de los indolentes, de los conformistas pero no lo hace de la gente luchadora, de colectivos como los profesionales de la Educación o la Sanidad Pública, de los afectados de los desahucios, de las mujeres luchadoras que alzan su voz contra las injusticias del machismo aberrante por eso y por muchas otras razones que nadie me hable de socialismo si no somos capaces entre todos de volver a empezar o mejor dicho, de volver a la pana. 

DIEGO RUIZ RUIZ

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martes, 26 de febrero de 2013

ESTO NO ES POLÍTICA, ES SURREALISMO.


Han desaparecido, robado, 500.000 toneladas de carbón. Así, esfumado. El empresario encargado de su custodia afirma, sin sonrojo, que han sido las lluvias. Yo creo que menoscaban la capacidad de sustracción del unicornio de cuerno rosa. O, tal vez, que nos toman por idiotas.
Supongo que era el mejor colofón para el Debate del Estado de la Nación de un gobierno que vive en una continua alucinogénesis de autocomplacencia y confusión.

Pero la realidad que palpo cada día en mi labor municipal es que hay personas desesperadas y, lo peor, desesperanzadas. Hay ancianos que han dejado de tomar medicinas porque simplemente no pueden pagarlas y no atinan a saber cuál es el remedio natural y el hierbajo adecuado para calmar los dolores de sus artríticos huesos. Personas mayores que no pueden dejar de trabajar en la ganadería porque esas vacas que les cobran días de vida consiguen llenarles el estómago. Mayores que esperan, con la mente ausente y enferma, esa plaza de residencia que nunca llega.
A cambio, confeti, payasos y globos de colores en cantidades tan ingentes como para enterrar miles de euros en fastos de artificios para una Ana Mato que no veía que su garaje se llenaba de coches de alta gama y su armario de bolsos. Sobresueldos para aquellos a los que un sueldo de diputado, e incluso ministro, le sabía a poco y necesitaba más dinero para poder estar por encima del común de los mortales. Porque, de toda la vida, los indeseables sólo consiguieron ser superiores aupándose en fajos de billetes aunque, como se está viendo ahora, éstos vinieran de un expolio en toda regla del dinero de todos y todas.

Todo ello con un Bárcenas sobrevolando encima de sus cabezas mientras funde billetes a ritmo de heliesquí con un contoneo de caderas a la par que una ejecución sublime de peinetas. ¡Qué gran maestro fue Aznar en el arte de la peineta! ¡Y qué capacidad la de Carlos Floriano de decir una cosa y la contraria en menos de veinticuatro horas!

Mientras hay personas desesperadas que se suicidan porque ni la vida se pueden permitir, mientras hay familias que pasan hambre, mientras hay miles de niños que lo que más oyen son el ruido de sus estómagos vacíos rugir, confetis, globos, coches de lujo, billetes de avión e inmundicia moral disfrazada de putrefacta riqueza amasada con penas, lágrimas y noches sin dormir de los despojados por un sistema que siempre castiga al más castigado.

Este es un gran país pero no por la balanza de exportaciones ni porque Mariano estime una hazaña haber trabajado 36 horas en una cumbre europea –los médicos lo hacen habitualmente y no se ven en la necesidad de acudir al Congreso de los Diputados a ponerlo en conocimiento de sus señorías-, es grande porque su gente lo es.

Y tiene memoria.
Leire Diez


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lunes, 25 de febrero de 2013

EL FUNCIONAMIENTO INTERNO DE LOS PARTIDOS COMO POSIBLE CAUSA DE LA BAJA CALIDAD DEMOCRÁTICA.

Pensando en el origen de grandes problemas actuales que aquejan a la sociedad española, ética, falta de transparencia, baja calidad democrática, no necesariamente por este orden, quizá habría que dirigir la mirada hacia los partidos. No es intención hacer en estos momentos una crítica fácil por el hecho de que partidos políticos y representantes políticos están ahora en el ojo crítico de los ciudadanos y la calle, aunque objetivamente razones tienen,  y no deben quedar al margen, ya que algunas o muchas de ellas son acertadas.

Quizá  esa gran mirada crítica ciudadana vaya precisamente dirigida ahí, porque siendo esa pieza fundamental para el funcionamiento del sistema democrático, no pueden permitirse fallar, deben ser solución y no causa de los problemas de los ciudadanos

No se trata de una crítica a los partidos como tales, pues sería tanto como criticar al propio sistema democrático. Se trataría por lo tanto de cuestionar desde un punto de vista objetivo el “funcionamiento interno” de los partidos, el cual  tiene un claro reflejo en el mundo exterior, impactando en la sociedad y la propia vida democrática.

El funcionamiento interno de los partidos, no pasa ni puede pasar inadvertido ante los ciudadanos, llama la atención la desproporción existente de que siendo resortes de la democracia, su funcionamiento y estructuras internas carecen de ella o dejan mucho que desear,  y me explico…

Creo que podemos estar de acuerdo,  en que los partidos entre sus principales funciones tienen la de generar políticas, ideas y proyectos para lograr el progreso y bienestar del país, pero también con su capital humano generan concejales, parlamentarios y liderazgos que operan en o desde diversos ámbitos de la vida pública y las Instituciones democráticas, siendo su función determinante en la marcha de la sociedad en la que vivimos.

Efectivamente el sistema o proceso para la promover proyectos así como elección de líderes y dirigentes deja mucho que desear,  y aun teniendo un envoltorio democrático, están pensados, para lo que tantas veces hemos oído hablar “el control de los aparatos de los partidos”.  Listas cerradas de candidatos en lugar listas para participar en los Congresos - Porcentajes y umbrales altos para obtener representación -  Grupos de presión constituidos para influir en las candidaturas electorales - Número de avales desproporcionados para presentar candidaturas etc.  Estas normativas existentes, proclives a candidaturas mayoritarias, favorecen conductas poco éticas y nada estéticas, desembocando casi inevitablemente en luchas intestinas y fraticidas, donde a menudo no afloran los mejores ni las mejores ideas, sino que prevalecen los que mejor se desenvuelven en estas dinámicas que podríamos calificar de < baja o nula calidad ética>. Atrás quedan los primeros, que se retiran por no poder soportar participar de estos procesos.

Podemos concluir que los partidos tienen la obligación de aportar lo mejor de si mismos. Su  funcionamiento interno, influye de manera  determinante en lo que estos aportan a la sociedad, en cuanto a valores, políticas y proyectos, además de los correspondientes representantes y liderazgos. De aquí que los procesos internos actuales carentes de la suficiente ética y democracia, impiden de alguna manera cumplir con su objetivo principal y conllevan inevitablemente un germen proclive a las malas políticas y quizá la corrupción.

Juan Carlos Pérez García


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domingo, 24 de febrero de 2013

EL PSE-EE / PSOE Y SU APUESTA POR LA REGENERACION DEMOCRATICA

El PSE-EE ha celebrado su 7ª Congreso y ha tenido así una excelente oportunidad para presentar a la sociedad y al PSOE de cara a su próxima Conferencia Política, una serie de aportaciones que en su doble vertiente interna y externa sean un punto de inflexión en nuestro mensaje y compromiso publico por una autentica e inequívoca apuesta por la regeneración democrática. 

En las Ponencias se recogen múltiples aportaciones de carácter social, político, económico y organizativo tendentes a explicitar nuestro compromiso y nuestras soluciones para enfrentar los problemas reales de nuestra sociedad y de nuestro Partido. 

Así se recogen iniciativas mas o menos novedosas referentes a la credibilidad y transparencia, participación interna y externa, gestión de lo publico, dedicación exclusiva e incompatibilidades, propuestas de movilización social y sindical con una atención prioritaria sobre el paro, las hipotecas, la sanidad y la educación, nuevas modelo de conformación de nuestro País y de España, en fin sobre todo aquello que la sociedad y nuestros militantes nos demandan. 

Todo esto esta muy bien y lo hubieran sido aun mejor en función de las resoluciones aprobadas. Pero donde estaba en realidad, el núcleo de las decisiones que nos pueden aportar un autentico y publico compromiso con la regeneración democrática así como un cambio sustancial, real y creíble de nuestro mensaje y de nuestro Partido, se pueden condensar entre otros, en la resolución de las siguientes cuestiones: 

  • Reactivación, Revitalización y Modernización de nuestras Agrupaciones Locales y Casas del Pueblo, recuperando su función de referente de nuestra actividad y de nuestra conexión y compromiso con la ciudadanía integrándose en sus movimientos y reclamaciones, ofreciéndoles de forma directa e inmediata nuestro apoyo y colaboración. 
  • Participación en todos los ámbitos de Representación Pública y Orgánica de todos los militantes mediante la confección universal de listas abiertas y asi mismo favorecer la participación de la ciudadanía en nuestros procesos mediante la realización de primarias publicas en los ámbitos que se determinen. 
  •  Establecimiento de la Dedicación Exclusiva y única de nuestros representantes en sus responsabilidades Orgánicas y Públicas, con una valuación continua y publica de su gestión. 
  •  Incompatibilidades personales en todos los Estamentos Orgánicos y Públicos de modo que se establezcan limitaciones por un máximo de tres mandatos en el Órgano o Institución representada, sin poder intercambiar responsabilidades dentro del mismo y lo que es aun mas importante que estas tengan carácter retroactivo inmediato, de modo que este no se demore en su aplicación en 12 años, con el correspondiente engaño que esto supone si lo que se busca es una autentica e inmediata actuación de regeneración democrática, a lo que públicamente estamos obligados a efectuar. 

Lamentablemente y pese a estar propuestas en las diferentes enmiendas presentadas, nada de lo anteriormente señalado ha sido abordado y resuelto en el marco autónomo de nuestro Congreso y todo ello bajo la premisa de que “los Estatutos del PSOE lo impedían” o esto “ya se decidirá en la próxima Conferencia Política” 

Si nuestra credibilidad y nuestra apuesta publica y sincera por la regeneración democrática depende y a buen seguro lo es, del contenido y dirección de las resoluciones aprobadas, encaminadas a que a su vez pueden ayudar al PSOE en su conjunto para tomar las directrices que la sociedad nos esta demandando, estamos errando en nuestras acciones y lo que es peor estamos desmoralizando a nuestra militancia y a la participación de nuestros simpatizantes y votantes en un nuevo proyecto de imbricación social y regeneración de la política, que entiendo la sociedad nos esta demandando ensordecedoramente..



José Miguel Abarrategui González
Delegado al 7ª Congreso del PSE-EE


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viernes, 22 de febrero de 2013

¿ES LA JUSTICIA IGUAL PARA TODOS?

Artículo 24 de la Constitución. Protección judicial de los derechos:

Todas las personas tienen derecho a obtener la tutela efectiva de los Jueces y Tribunales en el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos, sin que, en ningún caso, pueda producirse indefensión. Asimismo, todos tienen derecho al Juez ordinario predeterminado por ley, a la defensa y a la asistencia de letrado, a ser informados de la acusación formulada contra ellos, a un proceso público sin dilaciones indebidas y con todas las garantías. Eso dice textualmente la constitución

Pido a los jueces que mantengan y respeten este artículo, pero también les pido que no dejen a los ciudadanos en la indefensión de no ver condenados a culpables políticos o financieros por fraude moral y/o material, al aplicar interpretaciones de ley que favorecen al culpable o presunto culpable en contra del interés general y la justicia, interpretaciones que no aplicarían a un ciudadano normal, al dilatar o entorpecer investigaciones que favorecen al presunto o seguro culpable.

Los jueces tienen la obligación moral y profesional de hacer justicia, de hacer la misma justicia para todos y llevarla hasta sus últimas consecuencias en todos los casos, incluso en casos políticos y grandes fraudes financieros y fiscales. Los jueces tienen esa obligación moral y profesional, por ética, por higiene moral y mental de los españoles.

¿Qué es la justicia?

La justicia es a la vez un ideal filosófico y moral, y ante todo un valor que debe o debería medir a todos los ciudadanos con la misma balanza de igualdad.
El ideal de lo justo es indisociable de la actividad de juzgar. La justicia se prueba en ese hilo fino que separa lo justo de lo injusto, en ese acto por el cual se imparte justicia, en el hecho de sancionar una falta. Sobre los jueces recae la responsabilidad de aplicar la ley y discernir lo justo de lo injusto.

¿La justicia es independiente?

La independencia y la imparcialidad constituyen los dos principios fundamentales de todo sistema judicial y está garantizada por la Constitución.

Esto ¿debería garantizar? a los justiciables que el acto de juzgar será determinado únicamente por argumentos del acto judicial, fuera de toda presión o perjuicios. La separación de los poderes ¿garantiza y pone al abrigo? de presiones y amenazas a los jueces.

¿La justicia es imparcial?

La imparcialidad está recogida en la Convención europea de derechos humanos y denota la ausencia de prejuicio que debe caracterizar al juez. En este sentido, la independencia se refiere a la relación entre el juez y los otros poderes y es una condición necesaria, pero no suficiente, de su imparcialidad en su relación con los justiciables.

¿La justicia es igual para todos?

El principio de igualdad de los ciudadanos figura en la declaración internacional de derechos humanos e implica la igualdad de los ciudadanos en la aplicación de la ley por las instituciones judiciales.

El artículo 14 de la Constitución dice: los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.

No más casos de la Rosa, no más casos Camps, no más casos Cesar Alierta. Como señalaba el New York Times, César Alierta, presidente de Telefónica, que estaba siendo investigado, dejó de estarlo."El Tribunal desistió de continuar estudiando el caso porque, según el juez, ya había pasado demasiado tiempo entre el momento de los hechos y su presentación al tribunal". 
Perdida la confianza en los políticos, los ciudadanos tenemos, queremos y necesitamos creer en la justicia. Necesitamos saber, creer y tener la seguridad de que la justicia es igual para todos. Pido a los jueces que respeten y apliquen el artículo 14 de la constitución.

Raúl Cortés Pérez


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miércoles, 20 de febrero de 2013

EL ESTADO DE LA NACIÓN DESDE LA PERSPECTIVA DE UN DIPUTADO SOCIALISTA.



¿QUÉ ESPERO DEL DEBATE SOBRE EL ESTADO DE LA NACIÓN? 

Rajoy y Rubalcaba se la juegan ante la ciudadanía. Ellos tienen en su mano la oportunidad, quizás la última, para dignificar la política y ofrecer un gramo de esperanza a la sociedad española. La cita se produce en la peor coyuntura y los socialistas somos consciente de la dificultad de ilusionar a una opinión pública asqueada de falsas promesas y de padecer la angustia del desempleo, los recortes y una falta de reacción a tiempo de los partidos ante los casos de corrupción. 

Por eso, precisamente, el PSOE no puede fallar, ni puede desperdiciar el momento para hacer política con mayúsculas. En miopinión, este debate exige una intervención con dosis de autocrítica y humildad, con gran convicción en la defensa rotunda del interés general y sin entrar en la confrontación del "y tú más", expresando proposiciones creíbles en políticas de crecimiento económico y empleo, poniendo frenos al desmantelamiento del estado del bienestar y punto final a los desahucios, hablando de compromisos firmes y con plazos para la regeneración democrática de la vida política. Dicho así hasta parece simple. 

Sin embargo será necesario entrar en el cuerpo a cuerpo. Lo suficiente para realizar una implacable y documentada censura a la gestión antisocial de Rajoy, a su papel de tapadera de corruptos, a una reforma laboral salvaje y al modelo ideológico que trata de imponer el PP con la excusa de la crisis. Todo ello durante un año que ha transcurrido plagado de desprecios del Gobierno del PP al Parlamento y a la ciudadanía. 

Pero para que el planteamiento de Rubalcaba sea creíble y genere confianza en la ciudadanía debiera identificarse con los paganos de la crisis, dirigirse a ellos más que a Rajoy, empatizar con ellos, interiorizar su dolor, su miedo e incertidumbre ante un futuro que se percibe negro. Y, además, ser consciente del rechazo existente hacia los políticos y los grandes partidos. Casi nada! 
Es un día para hablar claro y alto, con auténtica pasión por la democracia. La última oportunidad para llamar a la tarea colectiva de la reconstrucción de una democracia de valores ėticos y participativa con el objetivo de recuperar el papel de la política en este país. 

Esto implicaría, entre otras medidas, anunciar la reforma de la ley de partidos, la reforma electoral, una ley de transparencia sin exclusiónes, más recursos a los jueces para luchar con agilidad contra la corrupción, modificar el sistema de selección y designación de los miembros de organismos reguladores y de control así como los de altas instancias del Estado. Me refiero a poner fin a criterios partidistas y buscar la independencia y profesionalidad del Tribunal de Cuentas, CGPJ, Defensor del Pueblo, CNMV, Tribunal Constitucional, Banco de España, RTVE, etc.. 

Sospecho que la ciudadanía espera muy poco del debate. Se ha vuelto incrédula ante la incapacidad de la politica partidista de combatir una crisis que se ha extendido a todo. Por eso es vital que Rubalcaba explique la alternativa concreta de los socialistas para salir adelante, buscando las complicidades necesarias en una mayoría de progreso, reconociendo que los necesarios sacrificios han de repartirse de modo justo, recordando el papel que debiera jugar una UE más social frente a barreras como Draghi, la gran Banca y los mercados especulativos, planteando una reforma fiscal y la lucha sin cuartel contra el fraude fiscal. 

Es ahora o nunca. Si fallamos, si volvemos a defraudar, estaríamos un paso más cerca del estallido social. Por eso tenemos que confiar en Rubalcaba. 



Odón Elorza 
Diputado Socialista 
19 de febrero de 2013 


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ESTADO DE LA NACIÓN. UNA OPINION CIUDADANA

Hoy 20 de febrero se va a llevar a cabo el primer debate del estado de  la Nación de este Gobierno; como no podría ser de otra manera se celebra en el Congreso de los Diputados, esa especie de bunker al que la ciudadanía no se puede acercar , según versión oficial porque está en obras (mucho me temo que van a ser mar largas que las de El Escorial) , ese Congreso que pone a tope sus inhibidores para callar la información de lo que dentro sucede a sus ciudadanos. 



Me han pedido que escribiera sobre lo que me gustaría que pasase en ese Debate, y lo hago a sabiendas de que me pongo a escribir un cuento de final feliz . 


En primer lugar me gustaría que fuese un Debate que no empiece enturbiado por alguna estrategia política que suponga quitar el foco a lo que realmente nos interesa a los ciudadanos. 

Me gustaría que fuese un Debate donde el Presidente del Gobierno explicase, de una vez por todas, en que momento nos encontramos, de que ha servido tanto recorte, que explicase por que es más importante rescatar a la banca que a los ciudadanos. 

Me gustaría que hablase de números, pero que esos números fuesen referidos a personas, personas que han perdido el empleo, personas que se quedan sin futuro, personas que son desahuciadas , personas que no tienen sanidad… 

Me gustaría que del debate del estado de la Nación no saliesen nuevos términos lingüísticos. ¡Al pan, pan y al vino, vino!. 

Me gustaría un debate donde la oposición le trasladase al Gobierno lo que sus representados están pasando. 

Me gustarían todas estas cosas y muchas más, pero sé que el Congreso de los Diputados seguirá protegiéndose de sus ciudadanos, sé que el Gobierno pondrá aún más fuerte los inhibidores y sé que nos seguirán ignorando.


José Luis Gil Abanades.


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lunes, 18 de febrero de 2013

ALGUNAS CAUSAS DE LA DESAFECCIÓN CIUDADANA HACIA LOS POLÍTICOS Y LA POLÍTICA.

Entre la bipolaridad del reconocimiento del arduo trabajo que muchos realizan y el desprecio por la forma en que otros entienden lo que es el servicio público, trato de recoger en estas líneas algunas de las múltiples causas de la desafección ciudadana hacia la política.


Es evidente, se quiera o no reconocer, que la gente, la ciudadanía, ese pueblo en el que reside la soberanía está harto de política y de políticos. Acontecimientos como los de este fin de semana pasado en el que dos conocidos representantes del PSOE han sido expulsados de una manifestación ciudadana a la que concurrían como ciudadanos de “a pie” son reflejo, no excusa, de esa situación.


La mayor parte de la ciudadanía cuando habla de “los políticos” lo hace respecto de los que tienen una determinada relevancia pública, no es común hacer referencia a esos miles de ciudadanos concejales y alcaldes de “su pueblo” que no comparten ninguna de las características de la mal denominada clase política y que, en su mayoría, no perciben mas remuneración por su trabajo que la satisfacción del deber cumplido para con sus conciudadanos.
Ya se ha dicho en muy distintos sitios, aunque no está de más repetirlo, pues muchos siguen hablando de los casi medio millón de políticos que hay en España (y que en realidad no son ni una tercera parte) y de sus sueldos y jubilaciones millonarias, que la gran mayoría de esos concejales de ayuntamientos de España lo son “gratis et amore” al arte político en este caso, sin que tengan remuneración alguna por un trabajo que les lleva una importante parte de su tiempo libre.

Y es que, aunque algunos hechos se empeñen en desmentirlo, lo que hay son clases de políticos como clases de fontaneros, de abogados, de médicos, buenos y malos, honestos y deshonestos, eficaces e ineptos.


Pero las cosas se han venido haciendo mal desde hace demasiado tiempo y el hecho de que casi un 90% de españoles sientan que los “políticos” son una clase aparte de los demás, que no sufren ni padecen las necesidades del común de los ciudadanos, que se forran en sus cargos, que solo les interesa su prevalencia en el poder y que todas las decisiones que toman solo miran a la perpetuación de su situación de privilegio, no es algo surgido de la nada.


La gente tiene la sensación de que la crisis, causante de los profundos cambios a peor de su situación relativa, la han producido en buena medida los políticos, bien directamente con actuaciones carentes de sentido común, bien consintiendo actuaciones que bajo ningún punto de vista debieran haberse tolerado.


La gente está harta de los privilegios en forma de coches, desayunos, comidas y cenas oficiales, precios reducidos, compensaciones en IRPF, en Seguridad Social  o ayudas a la jubilación. La gente está harta de que cuando un alto cargo de la Administración deja el cargo, las empresas privadas están esperándole como “oro en paño” para ofrecerle sustanciosos contratos con sueldos astronómicos. Todas estas ventajas son  “la gota que colma el vaso”, ese vaso lleno de desánimo, de estupor, de incomprensión de una ciudadanía que creía vivir en un país del primer mundo con prestaciones sociales acordes con un estado de bienestar y que, de la noche a la mañana, ha visto como eso se esfumaba y empezábamos a ser un país de tercera división.


La gente está harta de que los políticos contraten a sus afines, no ya en el desempeño de cargos estrictamente políticos sino en esos que “rodean” el ejercicio de la política, esa pléyade de cargos eventuales que, en la Administración Pública y a la sombra del político de turno, trabajan sin haber tenido previamente que demostrar, en el acceso a su puesto, ni mérito específico ni capacidad concreta. Si dicha potestad nunca ha estado bien vista, con casi seis millones de parados se vuelve ultrajante. No hay, que se sepa, a la vista ninguna norma que prohíba este flagrante incumplimiento de la Constitución, a la que tanto se apela para otras cosas.


La gente está harta de que siempre sean los mismos los que están en todos lados, lo hayan hecho bien, mal o regular. Lo que entronca muy directamente con la escasa democracia interna en el  funcionamiento de los partidos. Es evidente que no se premia el trabajo bien hecho sino la fidelidad mal entendida, se premia con un lugar en las listas electorales  no a los mas trabajadores, a los más preocupados, a los más capaces en los distintos sectores, sino a aquellos que mejor se mueven en los intríngulis de la organización, aquellos que mas asienten a las palabras del líder o aquellos que más se subordinan al criterio del superior.


La gente está harta de que no se la escuche, de no saber quien son sus representantes porque estos se eligen en el seno de los partidos con muy escasas garantías democráticas  y , a sabiendas de esto,  no se espera un cambio en la regulación electoral que permita a los ciudadanos participar más activamente en la configuración de las listas.


La gente está harta de que en campaña electoral todo parezca preocupación por el sentir ciudadano y una vez acabada se olviden las promesas e incluso se tomen decisiones contrarias a lo prometido. Tampoco existen iniciativas en el sentido de exigir que se cumpla con los compromisos.


La gente está harta de que no se planteen soluciones concretas para problemas concretos, que no se den explicaciones, que no se aporten datos, que no haya transparencia en el funcionamiento de la Administración, ni en el del Congreso o Senado ni en el resto de las instituciones.

La gente está harta de que se mire para otro lado, cuando no se oculte o se niegue,  cuando los que cometen irregularidades son los del propio partido en tanto que se engrandece cualquier resbalón del contrario y está harta del compadreo, del amiguismo, de la endogamia que se percibe entre los representantes de la ciudadanía cuando de perpetuar sus privilegios se trata. No se ven denuncias contra los claramente implicados en casos de corrupción, denuncias que debieran surgir de las propias filas.


A toda esa hartura, repito, no se ha llegado gratuitamente, han hecho falta años de comportamientos poco éticos y poco estéticos por parte de algunos, con la connivencia de   otros, el desconocimiento de muchos y la ceguera interesada, por una u otra razón, de los que podrían haberlo parado. No creo que sea tarde para enmendar errores, habrá que empezar por reconocerlos, decirle a la ciudadanía cuanto de culpa ha tenido y tiene cada quien en cada organización y tras la reflexión pertinente empezar a poner remedio a todos los obstáculos que impiden que el pueblo soberano se sienta realmente representado por aquéllos a quienes elige para hacerlo.


Por ello y para ello, unos cuantos internautas, profesionales de las más variadas actividades, nos hemos reunido en Foro Ético, lugar de encuentro al que invitamos a todo el mundo, y desde el que vamos a proponer actuaciones concretas para evitar esas causas de hartazgo a que me vengo refiriendo.

Es la democracia lo que está en juego, no creo que podamos permitirnos olvidarlo.

Otilia Armiñana Villegas



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domingo, 17 de febrero de 2013

¿SON POSIBLES OTROS PARTIDOS? SUEÑOS Y PREJUICIOS


                Cuando llega el congreso de un partido todo se acelera y al mismo tiempo se para, se disparan frustraciones y algunas esperanzas, se preparan líneas mentales defensivas y conservadoras de lo existente y movimientos de cambio y renovación. Una dialéctica que, bien administrada, puede resultar enriquecedora y mal llevada, un retroceso.

                Esto, en el caso de los distintos congresos del Partido Socialista, puede adquirir tintes dramáticos pues su agotamiento es evidente. Agotamiento de ideas, como el conjunto de la socialdemocracia y de la izquierda, agotamiento de liderazgos y agotamiento organizativo, agotamiento de modelo de partido, también como la mayoría de los partidos socialistas.

                Así las cosas, diríase que la empresa es imposible, cosa que viene muy bien a los conservadores, expertos en ganar batallas internas y alérgicos a asomarse al exterior, “hace mucho frio ahí fuera”. A falta de grandes relatos y de enemigos identificables, cabalgan en el populismo más barato agitando banderas de cierre de filas, patriotismos de partido y cosas parecidas, de modo que el enemigo está en casa, “piquitos de oro” criticones que no nos dejan tranquilos en la “fortaleza asediada y abandonada”, obrerismo ramplón de viejos tiempos: “intelectuales con cabeza de chorlito”.

                De tal modo que, los procesos congresuales partidarios provocan dinámicas de inevitable enfrentamiento, para unos, los conservadores, una simple lucha por el poder, pues hace mucho tiempo que se hicieron “pragmáticos”: la democracia son puras formas, la libertad sólo me la da el trabajo, el ciudadano (y por tanto el militante) funciona por un interés puramente económico; para otros, entre los que me incluyo,  la lucha por el poder está llena de dudas, porque se alimenta de sueños, de anhelos, de esperanzas, pero también de certezas, experiencias, saberes y principios, los mismos que han hecho prosperar el mundo, haciéndolo más justo y equilibrado, a pesar de tanta injusticia y tanto desorden.

                Siempre encontramos gente en nuestros partidos que miran para otro lado, aunque tienen el dedo mojado expuesto al viento, ajenos al desagradable torbellino de “aparatos”, militantes pidiendo la palabra y luchas intestinas, mientras un perfume de cinismo recorre sedes y casas del pueblo. Desde fuera, algunos observan el espectáculo con la melancolía de quien tiene la varita mágica y es ignorado. Intelectuales melancólicos que diría Jordi Gracia, quizá porque el olor de aquél perfume también ocupa despachos y departamentos.

                Pese a todo, pese a resistencias interesadas y abandonos conservadores, los partidos pueden y deben cambiar; depende de muchos factores, cierto, es difícil, verdad, muchos lo han intentado antes, pues imagínese usted como estaríamos sin esos intentos, sólo quedarían algunos cavando el pozo, los que nunca dejan la pala.

                Viene, pues, una dicotomía, en un lado oirá usted argumentos, repetidos y cansinos, de expertos en gestionar la apatía y el desestimiento, acomodados en el rechazo a lo que no entienden, populistas especialistas en atajos empobrecedores, desapasionados y expropiadores de lo que es de muchos, acelerados para pasar desapercibidos. “La nada tiene prisa” que diría el poeta Pedro Salinas.

                En el otro lado, puede situarse el que quiera, requiere de seres libres y la libertad requiere pasión, ¿pasión en un congreso de partido?, , cuando está en juego la propia libertad y la de muchos, cuando se es consciente de que la democracia y la libertad son más frágiles de lo que pensamos, que nos necesitan tanto como nosotros las necesitamos, en expansión y vivas, desplegando las capacidades humanas, sus saberes y sentimientos.

En efecto, la reforma de los partidos es inaplazable, los partidos son imprescindibles para la democracia pero tienen que cambiar. Es la hora del PSPV, su próximo Congreso Nacional debe encontrar los mecanismos que hagan del partido valenciano un partido abierto y transparente, no encerrado en sí mismo y lleno de sombras, debe saber gestionar la pluralidad y no eliminarla, ser más exigente con la democracia y no quedarse en una idea pobre de la misma, reducida a meras formas, debe constituirse en instrumento de gestión política del cambio y la innovación acogiendo a las capas sociales más dinámicas de la sociedad y por último, debe ser un partido moderno, acorde con los tiempos en los que la vieja política no acaba de morir y la nueva no acaba de nacer.

Les propongo cinco ideas que hablan del partido que quiero, del partido que necesitamos, desde la convicción de que los PARTIDOS Sí PUEDEN CAMBIAR:

•             UN PARTIDO ABIERTO Y TRANSPARENTE

Hay que bajar las barreras que nos impiden tener una relación fluida con la sociedad, una relación que recoge y escucha lo que sucede fuera y que permite conocer mejor aquella sociedad a la que se le transmiten propuestas y soluciones. Se trata de ampliar el escenario político y público frente a las inercias que nos llevan a limitar ese espacio a las sedes y las instituciones, ese exceso de vida interna genera habilidades para la confrontación interna y desgasta, cuando no inhabilita, para la acción política eficaz y fructífera, convierte el partido en un fin en sí mismo y expulsa a las conciencias más críticas y activas que se asoman al mismo, las cuales viven la militancia como simples luchas intestinas y opacas, de intereses alejados de los valores y principios por los que se adhieren al partido.

UN PARTIDO PLURAL

Un partido uniforme no es un partido más eficaz, un partido de adhesiones inquebrantables, que soporta mal la discrepancia, es un partido llamado a empequeñecerse. En primer lugar porque la izquierda política y sindical es plural y el PSPV como gran partido de la izquierda debe ser capaz de integrar las distintas sensibilidades, tradiciones, identidades y culturas políticas que habitan en el ancho campo progresista. En segundo lugar, porque la sociedad es plural, lo que aporta riqueza y complejidad, y sobre todo, porque frente a un pasado atravesado por un gran conflicto central, son muchos, hoy, los conflictos que se dan en la época de la doble dinámica de la individualización y la globalización. Un partido progresista debe estimular la opinión de su militancia y de la ciudadanía; el sectarismo, el miedo a discrepar que éste provoca, no son sólo fenómenos éticamente reprochables, sino una auténtica despatrimonialización del partido de buenos recursos humanos y la creación de una cultura política perversa.

UN PARTIDO RADICALMENTE DEMOCRÁTICO

El empobrecimiento de la democracia en los partidos tiene una correlativa importancia obvia en la calidad democrática de la sociedad en la que viven. ¿Pueden ser más democráticos los partidos?.  Sabemos lo suficiente sobre sus patologías y debilidades, de los partidos y de la propia democracia, no se pueden ignorar las dificultades a las que hay que enfrentarse articulando normas y estableciendo principios, dotándolos de garantías que los hagan eficaces pero, sobre todo, creando una cultura democrática que recorra los ejes de los discursos y las acciones de sus dirigentes y de un número suficientemente importante de militantes y ciudadanos en disposición de dar vida democrática permanente en el interior de los partidos.

UN PARTIDO DE LA CIUDADANÍA

Un partido no es patrimonio de sus militantes y sus simpatizantes, éstos lo ocupan temporalmente y tienen más derecho a decidir sobre sus políticas y sobre sus dirigentes, pero ese derecho no es un derecho absoluto pues está condicionado a los intereses y los anhelos de la ciudadanía en su conjunto. La izquierda, heredera de la Ilustración, siempre debe estar allí donde se produce cualquier género de injusticia, de dominación o de explotación, de ignorancia,  desigualdad, exclusión o marginación y hoy, todas ellas pueden ser sufridas por muy amplias capas de la sociedad, las cuales deben estar representadas y ser protagonistas de la acción pública, estimuladas a ejercer plenamente el estatuto de ciudadanía, sujetos de derechos y de obligaciones, de compromiso con lo público, lo de todos y todas. Un partido, en definitiva, que crea y ensancha el espacio público porque hay más ciudadanos y ciudadanas en disposición de participar en él y con él.

UN PARTIDO MODERNO EN LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO. UN PARTIDO INTELIGENTE

Los partidos han jugado un papel fundamental en la construcción democrática de nuestras sociedades, han integrado capas sociales excluidas de los procesos políticos, han dado identidades y han sido capaces de crear e innovar, han sido instrumentos perfectamente insertados en la modernidad. Hoy, su capacidad se ve notablemente reducida, otros ámbitos, como el económico, cultural o científico ofrecen un mayor dinamismo, una mayor capacidad de adaptación a la complejidad del mundo en el que vivimos y conviven con la inercia de un sistema político poco estimulado por esa realidad compleja. En la sociedad del conocimiento, como señala Daniel Innerarity,  un partido debe estar preparado para aprender, pues el saber y el conocimiento son los asuntos del poder, ello implica cambios permanentes, innovación en los métodos de trabajo, una organización inteligente capaz de sintonizar con los centros de cambio e innovación, así como de crear pensamiento y conocimiento, de aportar ideas que configuren inteligentemente espacios públicos. Un partido, en resumen, capaz de no actuar ni burocrática, ni autoritaria, ni jerárquicamente, preparado para la cooperación y la colaboración, estimulado por la reflexión y la deliberación, flexible y consciente de sus limitaciones,  capaz de pensar y actuar local y globalmente, o sea inteligentemente.


                Es la hora del militante, cada uno debe decidir, cabe instalarse en la certeza de lo conocido, cabe explorar y estimular los valores que nos hacen estar en la izquierda. Cabe tener esperanza, en tiempos de sueños y prejuicios.

Francisco Sanz
Abogado.
Miembro de la Plataforma ESPERANZA SOCIALISTA.


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EL PSOE NECESITA CONSTRUIR UN NUEVO RELATO POLÍTICO PARA AFRONTAR LAS DIVERSAS CRISIS DEL PAÍS.


Llevo meses haciéndome la reflexión de cómo construir un nuevo relato político que pueda encarnar el PSOE en estos tiempos de ausencia de un proyecto comprensible y compartido por la mayoría de la ciudadanía. Un relato que abra una vía de esperanza al futuro e ilusione a la sociedad, que tenga entidad propia, que sea claro y creible, y resulte alternativo al modelo ideológico que nos impone la derecha.

Desde la oposición y más allá de las denuncias al Gobierno de Rajoy y al PP o de las propuestas que venimos formulando, el PSOE necesita que se le identifique con "algo" en positivo y con un recorrido hacia el futuro. Quizás de ese modo podría recuperar una parte de la confianza ciudadana perdida. Todo ello sin querer entrar en el decisivo tema de las personas y los liderazgos, ya que muchos analistas consideran imprescindible incorporar caras nuevas, no quemadas por la etapa anterior, que aporten credibilidad.

Como conclusión -muy esquemática- destacaría los grandes EJES que, entrelazados, han de configurar el RELATO que puede ofrecer el PSOE a la sociedad española :

1- Recuperar la pasión por la democracia  para avanzar con propuestas concretas en favor de una regeneracion que combata la corrupción desde la democracia ėtica de los valores y la participación ciudadana.

2- Proponer un nuevo Contrato Social de los políticos y partidos con la ciudadanía  sobre las reglas y el ejercicio transparente o modo de hacer política para dignificarla.

3- Liderar una Segunda Transición que incluya los acuerdos y las reformas necesarias (incluida la constitucional, fiscal, sobre el sistema productivo, territorial, sobre la sostenibilidad de los servicios públicos,..) para afrontar las diversas crisis que ahogan al país en la miseria y la injusticia social.



Odón Elorza
Diputado Socialista
15 de febrero de 2013


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sábado, 16 de febrero de 2013

LA CORRUPCIÓN, … ¿UN MAL SISTÉMICO QUE RECORRE ESPAÑA?

No son coincidencias, las prácticas ilícitas o ilegales realizadas en las actividades económicas y financieras que están aflorando estos días, son obviamente un claro indicador de que la corrupción se manifiesta de forma cruda y sistémica en España.
No podemos ignorarlo, pues delante de nuestros ojos vemos que los que ayer eran respetables y significados emprendedores y hombres de empresa, hoy se presentan con sus actos como simples y vulgares delincuentes sin ningún tipo de honor. Y es tremendo porque lo primero que nos podemos preguntar es ¿Cuántos hay como ellos?...¿Hasta donde llega el entramado?

Si, resulta tremendo,  porque podríamos pensar que estamos ante un tema casi cultural y un paradigma oculto de funcionamiento fraudulento del poder económico productivo y por supuesto del político. Sería terrible y un error porque tendríamos delante de nosotros un escenario visible y no visible de corrupción, consentido, incontrolable y de complicidad quizá obligada para algunos, los más débiles, por las circunstancias que degeneraría inevitablemente en la quiebra del sistema democrático, donde los mas débiles siempre tienen mas que perder.

Parémonos un momento y pensemos en el siguiente escenario práctico: Empresas que en forma de lobby consiguen con presión económica el impulso de leyes que favorecen sus intereses. Empresas que en lugar de licitar en libre competencia, consiguen sus contratos a través de comisiones o donaciones ilegales a los poderes que tienen la facultad de otorgarlos. Poderes que reciben ese dinero para lucro personal con destino incierto yo oculto. Empresas que obtienen contratos fraudulentos y  pagan con dinero negro a sus empleados con claro objetivo de blanqueo de capitales. PYMES que ofrecen sus servicios dando opción al que los recibe de pagar o no el IVA. Etc.

Todo tiene una causa incierta “el origen de ese dinero negro” para realizar esas operaciones y otra cierta “la circulación de dinero opaco para Hacienda” por el cual no se tributa y el Estado se queda sin los correspondientes ingresos que deben redundar en el beneficio de todos. Cuando estas prácticas son sistémicas se convierten en un paradigma diabólico cuyas consecuencias son peligrosas para la estabilidad del país y por supuesto la democracia.

No podemos quedarnos con los brazos cruzados, hay que dar la batalla con valentía por la “Transparencia”, está en juego la viabilidad como país, la democracia y el futuro y bienestar de los ciudadanos. Si existe…, hay que romper ese paradigma de corrupción en el sistema, que arrasa con todo e imponer otro basado en la “ética” en las actividades económicas y políticas y nos lleven a la regeneración democrática del país y sus instituciones. No es demagogia ni una quimera, es un  ideal objetivo y realizable, complicado, pero es posible…

Bien es verdad que para conseguirlo hace falta muchas cosas, y abandonar otras, sustituir intereses personales por colectivos, altura de miras, trabajo, algunos sacrificios, sufrimiento, y….pero merece la pena, construir siempre merece la pena.

Juan Carlos Pérez García

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REFORMAR LA JUSTICIA, COMBATIR LA CORRUPCIÓN


La capacidad de la Justicia de perseguir y sancionar las conductas delictivas es un instrumento fundamental en la lucha contra la corrupción. Tenemos por delante un largo camino si queremos que  la Justicia cumpla este propósito. Cuatro son los objetivos básicos que debiéramos atender: 1. Creación de equipos especializados. 2. Despolitización. 3. Dotación de recursos. 4. Ajustes legislativos.

Equipos especializados. El PSOE ha propuesto esta semana la creación de una Oficina Anticorrupción compuesta por inspectores especializados de máximo nivel. Ésta u otra fórmula similar pueden llenar el vacío actual de equipos especializados en materia de lucha  contra la corrupción. La Audiencia Nacional, mucho más liberada ahora de sus competencias habituales debido al final de terrorismo, puede asumir esta especialización. Sea cual sea la fórmula, el nuevo organismo debe disponer de recursos y personal suficiente para atender funciones diversas: establecimiento de un plan de acción contra la corrupción, promoción de la ética en la función pública, desarrollo de mecanismos de prevención y coordinación  con otros organismos, etc.

El mayor riesgo de la creación de un órgano de estas características es la politización de su composición y tareas. Si se convierte en un instrumento en manos de uno u otro partido, acabará siendo un lastre, costoso e inoperante. Por tanto, antes de ponerlo en marcha, conviene que los partidos se comprometan firmemente en evitar cualquier intromisión política.

Despolitización. Resulta igualmente indispensable reforzar la independencia de los órganos en funcionamiento, por ejemplo, la Agencia Tributaria y el Consejo General del Poder Judicial. Éste último es el órgano rector de los jueces pero no es elegido por los jueces sino por intervención directa de dos asociaciones de magistrados vinculadas a los partidos mayoritarios.

Por otra parte, se ha hablado mucho estos días del alto grado de politización de otro órgano en activo, el Tribunal de Cuentas. Su nombre es engañoso porque no se trata de un juzgado que dependa del Poder Judicial, sino de un órgano que tiene como misión fundamental el control  económico de las Administraciones y de los partidos. Este Tribunal no cumple su misión con diligencia debido, en parte,  al control que ejercen los partidos sobre él. Sus consejeros se nombran directamente por el Congreso y el Senado,  y dependen de las cuotas de poder de los dos grandes partidos.
                                             
El Tribunal Constitucional y el Tribunal Supremo han denunciado esta intromisión en reiteradas ocasiones. Éste último  ha reclamado, recientemente en varias sentencias, la dotación de más funcionarios de carrera que accedan por oposiciones, en contraposición a los habituales nombramientos recomendados por los partidos.

Dotación de recursos. A pesar de ser un organismo clave para el buen funcionamiento del sistema democrático, el Tribunal de Cuentas tampoco dispone de los medios necesarios para realizar su tarea. Los informes sobre las cuentas de los partidos políticos se emiten con una media de cinco años de retraso.

El problema de la falta de recursos económicos es otra grave deficiencia de nuestro sistema judicial y genera percepción de impunidad. Un Plan de Acción contra la Corrupción debe estar dotado de recursos humanos y materiales suficientes para su implantación. La actual situación económica del país dificulta esta necesidad, pero corresponde hacer un especial esfuerzo por tratarse de un problema de máxima prioridad. Debe incrementarse los recursos o como mínimo mantener los actuales, sin recurrir a ningún tipo de recortes.

Ajustes legislativos. Por último, cabe destacar la necesidad de solventar ciertas deficiencias legislativas. Destaca, por su trascendencia, la eliminación de la prescripción de los delitos de corrupción, en especial de aquellos que causan mayores perjuicios económicos y afectación moral. Muchos  de estos delitos acaban sin juicio porque prescriben debido a la saturación de la Justicia. La persona que comete un delito de corrupción debe saber que no hay tiempo que pueda disculpar su conducta. Esta medida sería un buen mecanismo disuasorio y requiere la modificación del Código Penal y otras leyes orgánicas.

Las leyes actuales deben ser también revisadas para incluir las siguientes modificaciones:

·         Especificar de forma más clara la responsabilidad criminal del delito de corrupción política y generar el concepto de “daño social”, entendido como la afectación y la pérdida del bienestar social que ocasiona un acto de corrupción
·         Incluir nuevas modalidades de corrupción, por ejemplo, los delitos cometidos contra la Administración (gestión desleal de los asuntos públicos, abuso de funciones, conocimiento, intención y propósito como elemento de delito, etc.).
·         Neutralizar los recursos que usan premeditadamente los corruptos para burlar y sortear la ley y los plazos de prescripciones.
·         Adecuar la legislación nacional a las convenciones internacionales vigentes en materia de lucha contra la corrupción
·         Resaltar la responsabilidad que tienen los bancos y las entidades financieras en la detención y denuncia de operaciones sospechosas. Este es un primer  filtro de control en el que hay que insistir.
·         Limitar los mecanismos actuales de “huida del Derecho administrativo” que utilizan algunas administraciones para buscar un régimen legal más flexible de gestión. Por ejemplo, la creación de empresas públicas.
·         En aquellos casos en los que resulta evidente que ha habido un enriquecimiento rápido e injustificado de patrimonio, se debería permitir la “inversión de la carga de la prueba”, es decir, que sean los sujetos quienes demuestren el origen y la justificación de su enriquecimiento.
·         Garantizar que las entidades o personas perjudicadas por un delito de corrupción pueden iniciar acciones legales contra los responsables y obtener la debida indemnización.
·         Los juicios por corrupción política deberían tener cierta preferencia. Esperar años para obtener una sentencia representa un gran inconveniente que afecta a buena parte del sistema político y social.
·      Incorporación de los jurados populares para hacer partícipes a los ciudadanos en la Administración de Justicia en asuntos relacionados con la corrupción política,
·         No permitir que los condenados por sentencia firme obtengan beneficios penitenciarios si no han devuelto al Tesoro Público las cantidades defraudadas.
·         Endurecer la Ley para el Ejercicio de la Gracia de Indulto, en virtud de la cual los gobiernos indultan a condenados por corrupción política según su posicionamiento ideológico u otros condicionantes.
·         Identificar aquellas prácticas nocivas que se han extendido en la sociedad y no constituyen delitos penales (algunas de ellas pueden ser perfectamente legales), pero que acaban generando un alto grado de permisibilidad. Son conductas de corrupción de baja intensidad que resultan muy dañinas porque fomentan la banalización.

Todas estas mejoras legislativas deben ser incorporadas al actual marco jurídico evitando, en lo posible, los inconvenientes de la sobreregulación, la rigidez y los formalismos de los procedimientos. Todo un reto.

Carmen Moraira


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