miércoles, 26 de febrero de 2014

Estado de la Nación y estado de la calle

Es llamativo que mientras la nación o el país se desangra, el interés por el Estado de la Nación en el Parlamento tenga sus horas mas bajas, es decir a casi nadie le interesa. Esto es una muestra del abismo que se ha abierto entre los partidos y el Parlamento por un lado y la calle por otro; y esto debería ser un profundo motivo de preocupación para los primeros aunque parece no interesarle a casi nadie.

El que casi la mitad de la población se sitúe en posiciones cuasi-abstencionistas, síntoma de las dificultades profundas del sistema, parece ser un tema menor; el tema central es como se reparte la tarta de representación que queda viva, todas las conjeturas se situan en si el PP perdiendo 14 puntos sigue disputando la primera posición electoral al PSOE que gana dos puntos respecto a su suelo catastrófico de las elecciones generales del 20-N, y espera una pírrica victoria en las europeas para poder cantar triunfo y tener algún argumento para apostar por la continuidad sin cambios reales. Mientras los nacionalistas catalanes salen hacia un viaje con complicado retorno, los vascos gestionan en su territorio el nuevo escenario sin ETA y las fuerzas emergentes (IU y UPyD) intentan aprovechar con razón la lenta caída del bipartidismo.

Mientras esto sucede la realidad del país es demoledora: 124.000 personas han abandonado el país, 400.000 empleados públicos han sido expulsados de las administraciones, el paro afecta al 26 % de la población activa, y el empleo que se crea temporal, de baja calidad y con la sartén en manos de la patronal para despedir con total alegría, los salarios reales han disminuido el 7%, casi 700.000 hogares no tienen ningún ingreso, el gasto público en educación (2008-2013) ha disminuido en 3.372 millones, 21.800 profesores menos para 191.000 alumnos mas; en sanidad se han recortado el 11% de gasto menos entre Gobierno y CCAA mientras se paga mas por medicamentos, los inmigrantes irregulares han perdido la asistencia sanitaria, el I+D+i ha retrocedido 10 años dejando al CSIC en los huesos en personal y en proyectos de investigación; la cultura sufre el recorte generalizado mientras el IVA cultural cierra puertas a salas y a creadores.

La tran traida “devaluación del país” es el gran logro de este Gobierno del que saca pecho con alegría insultante. Un país más pobre y mas desigual ese es el legado del Gobierno Rajoy.

Y a ello le acompaña la vuelta legislativa a las mas rancias esencias de la reacción eclesiástica y de derechas: La Ley Gallardon contra los derechos de la mujer, la ley de seguridad ciudadana primando el negocio y la porra frente a los derechos constitucionales, la destrucción de la cooperación internacional, la liquidación de la jurisdicción sobre la justicia universal, la persecución a las movilizaciones ciudadanas, la impunidad para atacar a los inmigrantes, la desarticulación de los municipios y la autonomía local,……y un importante etcétera legislativo que conduce a un sistema mas autoritario, limitador de las libertades y enfrentado a las aspiraciones de las personas. El palo para proteger el trasvase de rentas de los más pobres a los más ricos.

Y frente a ello la “oposición útil” del PSOE inscrita en el cambiar pero poco y oponerse pero “con sentido de Estado”, todo el discurso opositor muere cuando en los temas centrales se pliega a la mayoría conservadora. El pasado día 19 contemplamos en el Parlamento dos hechos que por si sólo ejemplifican el tipo de oposición: la negativa a pedir la dimisión de Jorge Fernandez por la actuación policial contra los inmigrantes y el apoyo a la demagógica moción de Rosa Diez sobre la consulta en Cataluña. En el mismo sentido un tema donde las banderas socialistas pueden defenderse con orgullo como es el derecho de las mujeres a decidir, se centra la crítica al PP en las malformaciones (que tarde o temprano las incluirán) en lugar de defender la propia Ley de Plazos. Se discute sobre lo evidente y los efectos causados por la política del PP pero no se entra al fondo y a la preparación de una política alternativa pues eso supone cuestionar elementos centrales de la política del anterior periodo y posiblemente del camino hacia la Gran Coalición a la española: Reforma constitucional Express, redistribución de renta a favor de los ricos, política fiscal no distributiva, supeditación de fondo a la política de Merkel/Junker/Draghi, protección de los especuladores en las cajas, falta de impulso para la lucha contra la corrupción, el olvido de la reforma política,…

El bipartidismo se agrieta pero no se cae y ya se preparan para restañar las grietas mediante un nuevo lavado de cara del régimen.

Mientras, los ciudadanos se defienden mediante una importante tenacidad en las lucha, la movilización de millones de personas contra el “austericidio”, ha generado una nueva situación política, un enorme deterioro del Gobierno y un freno a algunas de las políticas mas agresivas como es el caso de la sanidad madrileña.

La respuesta a esta nueva situación ha venido dándose de forma espontánea por parte de la población, perdiendo las organizaciones tradicionales de masas, su papel vertebrador central tanto en la respuesta social como en la política. La onda larga expansiva post- 15-M; las mareas como forma de organización y lucha sectorial de masas, las Plataformas sectoriales y temáticas. (PAH, Preferentes..) Todo ello ha sido la vértebra de una ingente movilización social de resistencia, que ha utilizado los cauces tradicionales: sindicatos, partidos, asociaciones de una forma colateral y no pocas veces contradictoria, estableciéndose mecanismos participativos y de gran alcance social y de simpatía ciudadana como muestran todas las encuestas. Este movimiento se ha caracterizado por unas altas dosis de pragmatismo e inteligencia colectiva donde la ideologización ha sido subsidaria de los objetivos de la lucha.

Es muy importante señalar que a pesar de la dureza del ataque de los Gobiernos del PP, los movimientos ya han logrado unas primeras victorias cuya importancia no puede ser minorada: huelga de la limpieza en Madrid, sanidad madrileña, Gamonal y ahora la Coca Cola empieza a hacer cambiar los planes a la empresa. Todo ello insufla un nuevo ánimo a la movilización social y ciudadana que ve que PUEDE.

Asistimos al inicio de un periodo donde la inestabilidad política va a ser una característica, la oposición social u la población busca los mecanismos con los que levantarse esta tremenda losa de las mayorias absolutas del PP y recurre a lo viejo y busca lo nuevo, presiona para que los partidos de izquierda se abran (primarias abiertas en serio) a pesar de la resistencia numantina de las direcciones, genera nuevas iniciativas (Podemos, Alternativa desde Abajo), configura alianzas electorales (IU-ANOVA; EQUO/Compromis) y busca porque la gente es cada vez mas consciente que por mucho que luche sin cambiar la relación politica de fuerzas todo puede ser efimero y resultará difícil recuperar los derechos arrebatados. 

Tenemos que partir de que esta interrogante sobre la alternativa política va a pervivir durante un importante periodo de tiempo. El reto de todas las personas hartas de lo que estamos viviendo es la generación de esta alternativa cambiando lo existente, creando nuevas opciones y generando nuevas complicidades. Cada uno desde su lugar debe abocarse a esta apasionante tarea.

 Enrique del Olmo
Sociólogo
Candidato a las primarias al Ayto de Madrid
Miembro de Foro Ético



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