Mayo
de 2014 se antoja como un mes de reflexión, de acción y de cambios, no exento
de críticas y desafección ciudadana ante la grave crisis financiera, política y
social que atraviesa Europa. Del 22 al 25 de mayo los ciudadanos de los 28
Estados miembros de la Unión Europea (UE) podrán votar a los 751 miembros del
Parlamento Europeo sobre la base de líneas ideológicas claras y, por primera
vez, su voz tendrá una importante influencia para la designación del Presidente/a de la Comisión Europea. En
efecto, la maquinaria democratizadora comienza a mejorar en la UE, pero su
desarrollo y funcionamiento depende principalmente de nosotros, los pueblos de la
UE.
Hemos
escuchado continuamente que estas elecciones europeas son diferentes, pero es
necesario entender en donde radican estas novedades y como benefician
directamente a la ciudadanía. Es cierto, estas elecciones presentan
importantes cambios estructurales, pero el más significativo de los cambios
tiene que venir de nosotros como sociedad. Casi cinco años de crisis, recortes
y modelos conservadores neoliberales han fracturado nuestro pilar como
sociedad, el modelo de Estado Bienestar y en muchas casos la esperanza de un
mejor futuro. Los sacrificios también tienen un límite, incluso en las
inclinaciones más heroicas, y ese límite ya lo hemos superado en nuestras
naciones.
Lo
que se decide en Europa nos afecta directamente en nuestra vida cotidiana, no
es sólo una imagen en el telediario, es nuestra realidad, y si queremos un cambio
debemos comenzar a construirlo, empezando por ejercer nuestro derecho al voto y
hacer que nuestra voz se escuche. Europa Importa, y mucho.
El Parlamento Europeo:
Cómo
hemos mencionado, el Parlamento Europeo (PE) es el órgano institucional que
representa a los ciudadanos, electo mediante sufragio universal directo. Este
hecho le convierte en la estructura institucional de la UE que encarna el
principio democrático y el pluralismo político.
El
PE es una novedad en las relaciones entre Estados y una institución sui generis
en el marco de las organizaciones internacionales por su poder de codecisión legislativa,
su atribución competencial y sus poderes de control. Este hecho establece
claramente la inspiración política y de unidad entre los pueblos de la UE desde
su formulación en los años cincuenta, que se materializa a través de la
participación ciudadana directa. Por propio carácter excepcional, el PE es la institución europea que más cambios ha
experimentado a lo largo de su propio desarrollo, comenzando como “Asamblea” en los tratados fundacionales
para adquirir la denominación de PE en 1962.
Desde
1979 la elección de los representantes al PE es mediante elecciones cada cinco
años, anterior a esta fecha, los diputados eran asignados por sus Partidos
Nacionales ejerciendo así un doble mandato. A pesar de que las elecciones al
Parlamento Europeo se celebran de acuerdo a la normativa electoral vigente de
cada Estado Miembro, pero con principios comunes siendo el más importante que
la elección deber ser por sufragio universal, directo y secreto y el modo de
escrutinio proporcional. En cuanto a otras particularidades del voto se
establecen opciones como la circunscripción electoral, que puede ser nacional,
como en el caso de España que ha optado por la LOREG, o regional como en
Alemania. De igual manera, cada país establece su sistema de listas, así como
la edad mínima para votar (de los 18
a los 25 años) o el umbral mínimo de representación. Desde
la Reforma de Maastricht los ciudadanos europeos pueden votar en su lugar de residencia,
si así lo decidieran.
El
PE esta conformado por grupos ideológicos o afinidades políticas, siendo
actualmente el EPP (Grupo del Partido Popular Europeo) el que cuenta con
mayoría al tener 265 escaños. Nuestro Partido Socialista Europeo (PSE) forma
parte del Grupo de la Alianza Progresista de los Socialistas y Demócratas en el
Parlamento Europeo (S&D) y cuenta con 184 escaños. Para la configuración de
un grupo político es necesario contar con al menos 16 eurodiputados de al menos
5 Estados Miembros. La importancia de la existencia de estos grupos está, no
sólo en su capacidad para la formación de Comisiones Parlamentarias y de la
Mesa del PE, sino en la constitución de unidad europea, transcendiendo los
intereses nacionales, y de trabajo común.
El calendario de actividades del PE comprende doce sesiones, que inician
el segundo martes de marzo de cada año.
Es
atribución del PE la elección, por mayoría absoluta, de su propio Presidente,
cuyo mandato es de dos años y medio. La tradición y norma establece una representación proporcional de
los grupos políticos, así como de nacionalidades. El actual Presidente del PE,
el alemán Martin Schulz, es el
encargado de dirigir las actividades parlamentarias desde las votaciones hasta
la observación del Reglamento, de igual manera, representa al PE al interior de
la UE, así como en sus relaciones exteriores.
¿Qué cambia en estas
elecciones?
Uno
de los grandes beneficiarios de la entrada en vigor del Tratado de Lisboa es,
sin duda, el PE, otorgándole mayor poder legislativo, es decir, lo confirma
como legislador en igualdad con el Consejo al incrementar el número de normas
sujetas a codecisión. En términos prácticos, quiere decir que muchas leyes
europeas, como las que tienen que ver con gobernanza económica, inmigración,
energía, transporte, medio ambiente o protección del consumidor, son decididas
conjuntamente entre el PE y el Consejo. Este procedimiento de codecisión,
presente ya en los Tratados de Maastricht (1992) y Ámsterdam (1999), se
potencia en el Tratado de Lisboa (2009) convirtiéndose en el principal
procedimiento legislativo del sistema decisorio de la UE, rebautizado como procedimiento
legislativo ordinario.
Hay
que resaltar que el PE también se beneficiará de un incremento competencial significativo
ligado a temas de gran trascendencia como el Presupuesto, las políticas
agrícolas, el mercado común, la legislación que deberá aplicarse en los Estados
y firma de Acuerdos Internacionales, entre otros. Los intereses de los ciudadanos
de la UE se debaten en el pleno parlamentario europeo, y ello significa que
somos nosotros como sociedad, los que decidimos que tendencia y línea
ideológica que queremos para nuestra políticas nacionales. Actualmente el PE
está conformado por una mayoría conservadora, con fuerte inclinación a las
políticas neoliberales y favorable a la política de austeridad y recortes que
han marcado sus 5 años de mandato. Preocupa también, de manera especial, el
auge de partidos de extrema derecha, xenófobos y anti-europeístas que
supondrían una ruptura a nuestro modelo social, de libertades y derechos, y una
clara amenaza a la continuidad de nuestro proyecto europeo en si mismo.
El
voto al Partido Europeo Socialista (PSE) significaría la oportunidad de
construir una nueva Europa basada en la justicia social, la igualdad y el pleno
respeto por las libertades y derechos de los ciudadanos. Retomar, de manera
eficiente y responsable, el tan aplaudido modelo de Estado de Bienestar, que ha
caracterizado y distinguido a Europa. Terminar por la primacía de los bancos
sobre los ciudadanos, construir espacios de dialogo y participación inclusiva,
y principalmente luchar contra los principales problemas de nuestra sociedad
actual; el desempleo, la falta de oportunidades y la corrupción.
Un Parlamento Europeo,
Un Presidente de la Comisión Europea
Nuestro
voto al PE, como hemos mencionado, será decisivo para la designación del
Presidente de la Comisión Europea. Esa posibilidad, que le otorga mayor
legitimidad al proceso democrático institucional de la UE, se alcanzó gracias a
la entrada en vigor, el 1 de diciembre de 2009, del Tratado de Lisboa que en su
artículo 9D párrafo 7 Título III sobre las Instituciones estipula: “Teniendo en cuenta el resultado de las
elecciones al Parlamento Europeo y tras mantener las consultas apropiadas, el
Consejo Europeo propondrá al Parlamento Europeo, por mayoría cualificada, un
candidato al cargo de Presidente de la Comisión”. La designación del
Presidente se alcanzará con la mayoría de los votos de los miembros del
Parlamento. Esto significa que el Presidente de la Comisión será elegido por la
mayoría de los miembros del PE, a propuesta como siempre del Consejo Europeo,
pero teniendo en cuenta el resultado de las Elecciones Europeas. Así se establece
un vínculo directo entre el ciudadano (que elige al PE) y la estructura
institucional (Comisión Europea).
Aquí
es importante resaltar la importancia de esta novedad, el PE carece de
iniciativa legislativa, es decir, no puede proponer proyectos de ley, ya que
dicha capacidad recae directamente en la Comisión Europea. El PE puede
solicitar o recomendar a la Comisión la presentación de un anteproyecto, pero
al final y con total independencia nacional, es este órgano quien considera
proyectos de acuerdo a la problemática coyuntural, capacidad competencial, impacto
y por supuesto, bajo estricto respeto al principio de subsidiariedad (que
regule cuestiones bajo competencia de la UE y no nacionales).
Otra
novedad trascendental de este nuevo proceso será la designación de candidatos
comunes en todas las familias políticas europeas. En el caso del PSE, se ha
elegido al actual Presidente del Parlamento Europeo y con amplia experiencia en
la UE, Martin Schulz. En este
sentido, nuestra campaña supondría una vertiente interesante, los ciudadanos
europeos votaremos a nuestros candidatos en lista nacionales pero
indirectamente votamos también por nuestro candidato común a la Presidencia de
la Comisión.
TU VOTO CUENTA
Un
Presidente socialista en la Comisión supone romper el actual modelo neoliberal
impuesto por los conservadores, gracias al poder de independencia de la
Comisión, las políticas y proyectos estarían encaminados a la justicia social,
el Estado de Bienestar, la equidad, la creación de empleo y el respeto a
nuestros derechos. Estas proyecciones aprobadas por un PE con mayoría
socialista nos encaminarían a una verdadera Europa social y justa.
Para
alcanzar la Europa que queremos, debemos hacer un ejercicio de reflexión pero
sobre todo de implicación. Nuestra sociedad ha estado bajo políticas económicas
asfixiantes impuestas por gobiernos conservadores que dan mayor importancia a
los bancos y a la empresa privada que a los ciudadanos. Está en nuestras manos
acabar con este ciclo, y para hacerlo basta nuestro voto. Las elecciones
europeas representan la oportunidad de darle la cara que deseamos al proyecto
europeo, lo que indiscutiblemente repercutirá el sentido de las políticas
nacionales. El 25 de mayo tenemos la oportunidad de manifestar nuestro descontento
a través de la votación, ejerciendo nuestro derecho a tener voz, a que nadie
decida por nosotros.
Europa
Importa, tu voto importa.
Naxalli Lozano Hernandez
Licenciada en Relaciones Internacionales,
Máster en Estudios de la Unión Europea y Miembro de Foro Ético
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