viernes, 11 de octubre de 2013

¿Pactar contra la corrupción?

Hace pocos meses desde Foro Ético propusimos una serie de peticiones y reflexiones de militantes y simpatizantes socialistas dirigidas al Comité Federal del PSOE en relación con lo que considerábamos, y seguimos considerando, una grave crisis de la ética democrática en la política española. Planteamos entonces un rechazo frontal de nuevos pactos bilaterales con el actual Presidente del Gobierno porque, por su posición institucional y de partido, por sus hechos, por su conducta, encarna precisamente los déficits éticos que debieran combatirse.

Rechazamos, en particular, dada la regresiva e indignante trayectoria del Partido Popular, cualquier tentación posibilista de pactar con el PP las medidas para la regeneración democrática de la vida política, las instituciones y los órganos reguladores, así como la recuperación del prestigio de las personas que están en política. Mal puede pactar las soluciones quien, secuestrado el Parlamento y negado cualquier elemental contenido de la responsabilidad política y el efectivo control parlamentario del Gobierno, está protagonizando y provocando los problemas, quien está obstaculizando la única y verdadera respuesta posible, la judicial, frente a la degeneración ética y la corrupción política.

Pero ni entonces ni ahora hemos querido perder la esperanza. Para ello creemos necesaria, lejos de impulsar pactos bajo sospecha, la formulación desde la izquierda, desde posiciones progresistas, de una agenda propia, transparente, transformadora, para la regeneración ética, una agenda construida desde la participación ciudadana, con la sociedad, no contra ella, contra un sistema político que ha propiciado esta situación, no para perpetuarlo. Para ello, es preciso modificar en profundidad normas esenciales, estructurales, como las de financiación de partidos, indulto, contratos del sector público, controles económicos-financieros de los entes públicos, organismos reguladores y, muy especialmente, todas aquellas que dan lugar a nombramientos permeables al sistema de cuotas por partidos, contaminando organismos reguladores y socavando los más elementales principios de la división de poderes. La corrupción debe combatirse, además, reforzando con medios personales y materiales y mejorando la independencia funcional de la Fiscalía anticorrupción, la Agencia Tributaria y el Tribunal de cuentas. Sólo creyendo en la posibilidad de cambiar el sistema desde dentro, porque se pide desde fuera, podrá lograrse. Sólo la firmeza y la coherencia en la defensa e implementación de las medidas precisas podrá lograr que se recupere el crédito social de la política y las instituciones.

Más allá de otras peticiones que entonces planteamos, más específicamente dirigidas a transformar al partido socialista para que éste, a su vez, pudiera resultar creíble como palanca transformadora del sistema sobre la base de los postulados éticos expuestos, entre otros, queremos hoy renovar lo esencial: Proponer un pacto como el sugerido por Susana Díaz a Mariano Rajoy es un error grave, en el mejor de los casos, desde la perspectiva de la regeneración ética de la política, del sistema político y de los partidos políticos españoles. Es expresión de un sistema que quiere continuar cerrado, y bloqueado, sobre sí mismo; de un modelo que, sobre espejismos manipulados de participación, sigue confiando a la cooptación la selección de los gobernantes; de un sistema de partidos que nada cambiará voluntariamente porque quienes lo vienen colonizando desde la transición ni quieren, ni confían en cambio alguno.


Por eso, y por muchas otras razones, Susana Díaz nunca debió ofrecer ese pacto.


Foro Ético

9 comentarios:

  1. ¿En qué consiste exactamente un pacto contra la corrupción? ¿Un acuerdo por el cual si tu no eres corrupto, yo no lo seré tampoco? ¿Quiere eso decir que si no me aceptas el pacto tengo vía libre? ¿Quiere decir que estoy poniendo mis condiciones para ser honesto, y si no no lo seré?

    Así entre nosotros, la corrupción no se pacta, se combate de salida con actitudes intachables, y son esas actitudes mucho más que las leyes, las que determinan la credibilidad de la propuesta.

    No se es corrupto por que se es honesto, y la honestidad no se condiciona a pactos, así que bién haríamos de dejarnos de propuestas de cara a la galería que causan sonrojo, viendo la red clientelar con la que se ha convivido durante años sin que nadie haya abierto la boca más que después de que saltara la liebre, y en cualquier caso para reclamar presunción de inocencia.

    No me reconforta en absoluto que el rival sea aún más corrupto. Si voto lo que voto es por que además de unas ideas, creo en unos valores. Si no somos capaces de motu propio de hacer limpieza sin necesidad de condicionarla a pactos, es que no tenemos fuerza moral para proponer absolutamente nada.

    Dejémonos de propuestas de pactos. Honestidad y ejemplaridad feroz, por supuesto, más allá de lo que exija cualquier ley de las que exigimos que cumpla el rival, y limpieza empezando por casa, pero no por que nos obligue un pacto sino por que la honestidad es indisoluble de nuestros valores.

    ¿Qué mensaje estamos trasmitiendo a la sociedad si ponemos condiciones para ser honrados? ¿El chiste del dentista, verdad que no nos vamos a hacer daño? Cuando veo que alguien pone condiciones para ser honesto, en realidad el mensaje que se trasmite es justamente el contrario.

    Agenda propia contra la corrupción. Quien se apunte, bienvenido, y quien no lo haga, que se le apliquen las leyes, y que la ciudadanía también asuma su cuota de responsabilidad a través de su exigencia y de su voto, que la ciudanía, con sus criterios laxos, también tiene su parte de culpa en que hayamos llegado hasta donde se ha llegado.

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  2. Totalmente de acuerdo con Luis, me parece una magnifica reflexión, y yo solo añadiría, que solo se puede exigir a los demás lo que uno es capaz de hacer, y hasta que el PSOE no sea transparente y sepamos quien cobra y porque?, cuanto se ingresa y de donde? y seamos ejemplo para la sociedad, dejemos de pedirle nada a nadie.

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  3. Estoy de acuerdo con los comentarios anteriores y yo añado, quién es Susana Díaz para proponer nada, una persona que ha llegado al cargo mediante la manipulación de las primarias. Todavía siento verguenza de la chapuza que se ha hecho en Andalucía. ¿Es así como pretende el PSOE hacerse creíble ante los ciudadanos? Pues mal vamos si es este el ejemplo que queremos dar, luego se quejarán de la falta de interés de los ciudadanos hacia el PSOE. Es necesario y urgente regenerar el PSOE ya.

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  4. Me parece que la compañera Presidenta de Andalucía debería sofrenar un poco esa necesidad imperiosa por destacar en la política nacional. Un combate efectivo, como se dice en el documento del Foro, no puede ser producto de un acuerdo bilateral, aparte de la inoportunidad de su propuesta.

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  5. Estoy de acuerdo, con que el PSOE no debe llegar a ningún acuerdo con el PP y los argumentos los habéis explicado muy bien. Ahora bien, que Susana se equivoque en su postura o que no estemos de acuerdo con ella, no nos da ningún derecho a criticar una decisión, Susana es la presidenta de la Comunidad Autonómica más grande, creo qeu sí puede y debe proponer medidas al gobierno, otra cosa es que no estemos de acuerdo con su postura, de nuevo, no por eso hay que desacreditarla.

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  6. Totalmene de acuerdo con el documento de Foro y los comentarios precedentes, como ya se ha apuntado, hay mucha gente interesada en que nada cambie, esperemos que no lo consigan. Mapachez.

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  7. Ya tenemos un pacto contra la corrupción, se llama Código Penal. Es irrenunciable cumplirlo hasta las últimas consecuencias

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  8. Es inadmisible un pacto, lo que hay que hacer es actuar, echando a la calle a TODOS los corruptos, sin excepciones.
    Fernando

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  9. En estos momentos que se están investigando casos de corrupción, no se puede pactar. Sabemos lo que tarda la justicia. Mientras tanto, hay elecciones por medio y se pueden interpretar los pactos a favor del que está gobernando, pudiendo haber impunidad, En cuanto a la Presidenta de Andalucía, está en su derecho de hablar con Rajoy de su deseo para bien de todos.
    Isabel

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