INTERVENCIÓN DE IGNACIO TRILLO EN EL PLENARIO DE FORO ÉTICO.

Mi nombre es: “@ignaciotrillo”, y mi apellido: “ignaciotrillowordpress.com”.

Vengo desde Málaga. Agradezco la invitación que me ha cursado Oti para participar en este encuentro de “Foro Ético”, del que ya me siento como uno más, y voy al grano y a decirle al pan, pan y al vino, vino, más por la premura de tiempo de que dispongo.

Estamos inmerso en una sociedad cuya ciudadanía yace, entre la indignación por el retroceso al que asiste en derechos y calidad de vida con un Gobierno que nos preside: inútil, corrupto y reaccionario, y la impotencia que se destila por la incapacidad de las fuerzas políticas y los movimientos sociales de articular una alternativa que ponga fin desde la calle y desde las instituciones a este lamentable estado de cosas que nos lleva a más ruinas, para nada a recuperación económica, que ni de ficción asoma por la puerta de la economía más allá de los beneficios de las empresas del Ibex 35. Ahí están los ejemplos recientes sobre pensiones, copagos a enfermos crónicos, el presupuesto 2014 para más de lo mismo, o la galopante deuda pública que bate récord histórico.

Estamos, asimismo, ante la realidad de unos partidos políticos a espaldas de la ciudadanía, -sordos ante los desesperados gritos que vociferan pidiendo auxilio por todas partes-, auto considerados como un fin, no instrumentos para cambiar ninguna penosa situación como la que atravesamos, con estructuras y cúpulas oligárquicas y despóticas, convertidos en época de escasez de trabajo en sindicatos para el empleo público a “los suyos” allí donde pueden porque tengan el poder, fuertemente estructurados sus aparatos, desplegados en base a redes clientelares bajo la subcultura del pesebrismo, en su máxima“de lo mío qué”, y cuya mayoría de integrantes están “cogidos” por sus dependencias económicas respecto a las decisiones políticas. Practican el desprecio a la capacidad, al mérito, o al conocimiento por percibirlos como factores de competencia que hacen peligrar sus futuros laborales ante su mediocridad reinante. Entes extraños a la participación ciudadana, cuando no hasta a la de la propia militancia como se ha visto una vez más con ese fraude de Primarias transcurrida, convocada por el PSOE de Andalucía.

Y en este escenario intentan emerger y sobrevivir muchos ciudadanos, desde sus casas, con o sin redes sociales, porque están hastiados, pero atentos, más informados que nunca, a cuanto de nuevo pueda surgir, y otros que no nos resignamos y andamos luchando desde partidos, sindicatos, o plataformas como este “Foro Ético”, o “Socialismo y Ciudadanía” del que también formo parte y apoya a esta Plataforma, o exclusivamente desde la lucha, sin querer saber nada de política o partidos políticos, organizados en movimientos sociales o sectoriales de viejo o nuevo cuño.

La socialdemocracia que, sin embargo, vertebraba estos sectores en lo que fue el Estado del Bienestar surgido en los equilibrios de la guerra fría tras la Segunda Guerra Mundial, no ha sabido, por el contrario, hacer frente o dar respuesta cuando, -como en esta última fase del capitalismo, con antecedentes que ya vienen de atrás de la era Reagan y Thatcher-, ese pacto implícito existente entre las rentas del trabajo y del capital se rompió a favor de los mercaderes insaciables del financierismo, que hoy habiendo derrotado a la izquierda política y sindical se dedican, en su envite por un modelo distinto impuesto, al atraco de lo público y a saquear a la ciudadanía, llamando crisis para los demás a lo que es una nueva fase de su acumulación sin limitaciones de capital, ya no primitiva sino más que refinada con coartada en la globalización.

Todos los triunfos electorales logrados, -allí donde la derecha política, títere de estos poderes fácticos y reales del capital, acababa achicharrada hasta de su propio cuerpo de votantes-, logrados por fuerzas socialdemócratas o progresistas europeas, como pequeños paréntesis temporales, rápidamente han ido generando nuevas frustraciones a los sectores sociales populares que los aupaban, porque no aspiraban a ser alternativa a las políticas austericidasinspiradas en los neocon, mix ente los chicagos boys y el luteranismo merkeliano, sino meros gestores aspirando en todo caso limar sus puntas más salvajes.

He ahí el drama en que nos encontramos, y que, tras el último discurso de la monarquía holandesa, de puño y letra escrito en el guión por los socialdemócratas y liberales que gobiernan ese país, que versaba sobre la no sostenibilidad del Estado del Bienestar, unido al trance que se puede avecinar sí el SPD entra en coalición con la CDU merkeliana, el funeral de réquiem por la socialdemocracia europea puede estar más que servida.

Y sin embargo, no se ha llegado a dar cuenta esta mayoritaria corriente que se ha venido dando tradicionalmente en la izquierda europea, que para practicar políticas keynesianas o de apuesta por lo público, no había que ser leninistasino tan solo mirar más allá de los charcos que geográficamente nos separan de otros continentes, para contemplar lo que realiza Obama en EEUU, los países emergentes como Brasil o Rusia, o lo que viene haciendo, desde hace muy poco tiempo, hasta la derecha en Japón que ha dado un puñetazo en la mesa para decir: acabose décadas perdidas en el estancamiento y la recesión por mor de la austeridad y la lucha contra la inflación, a la vez que de disminución de la deuda exterior, para el logro de equilibrios macroeconómicos que nada tenían que ver con las personas, la economía productiva y los bienes del país, vamos a centrarnos en crecer, potenciar el consumo interno, subir los salarios y el empleo. Así: marchando el 30% del PIB en yenes para inyectar liquidez y crédito a la sociedad y a las empresas, y como se le dijera al evangélico Lázaro, póngase todo en pie de nuevo.

Todo esto significa que hay que disponer de políticas para la Unión Europea, cuyo poder real está centrado en el BCE, férreamente bajo control germano, porque no nos podemos quedar en los marcos nacionales o territoriales inferiores, aunque son desde estos espacios desde donde la acción política ha de ganar un futuro tan distinto antes de que sea demasiado tarde.

En este sentido, entiendo que “Foro Ético” plantea dos vías en esa dirección, por un lado el cambio y la regeneración del PSOE; y por otro, el trabajo en la sociedad para dar un salto cualitativo de la lucha sectorial por sus reivindicaciones concretas a la lucha global por el cambio político.

Perdonad si os digo la poca confianza que tengo en que el PSOE cambie. Son muchos años intentándolo, además con altos costes personales, y esa maquinaria aparatil, que está más averiada que nunca y más despistada que el barco del arroz, mata porque cree que va a perder su presente y futuro de privilegio laboral, poca ideología socialista le queda por no decir ninguna, lo que le lleva a emprender, cada vez más, pasos involutivos y cerrojazos de puertas.

En este sentido, la Conferencia Nacional será como el Congreso Extraordinario de Sevilla, fallido, donde para algunos que aun guardaran esperanzas de cambio, les resultará otro fiasco. Asimismo, las primarias serán para que se elija entre los candidatos que los del aparato propongan, eso sí con un censo abierto, nada de inspirarse en el modelo francés o italiano. 

Si se pretendiese cambiar algo en el PSOE no se habría sacado para la Conferencia un pestiño de 386 páginas para desanimar y diluir el debate sobre lo fundamental, sino tan solo de unos 10 folios y accesibles por tener muy clarito lo que hay que hacer y cambiar.

Pero tampoco digo que haya que abandonar ese frente partidaro, porque mientras el mapa político aparezca tan desangelado de nuevas fuerzas políticas, -lo que ha de nacer no llega a alumbrar y lo que debería fallecer no acaba de palmarla,- aún hay muchos sectores que aunque huérfanos por lo que ha significado de negativo la política del PSOE del último tiempo para acá,desean su cambio para seguir apoyándolo, más con la que está cayendo; aunque se ha de ser consciente que ya no es la lucha contra el PP y sus brutales medidas como por ejemplo fue la batalla contra la Dictadura, donde, todos a una, se tenía muy claro a quien derrotar y qué reivindicar. Ahora, el adversario es más complejo, está previamente dentro de casa para poder ir contra el contrincante neofranquistaliberal.

Para finalizar, abogo por un “Foro Ético” plural, abierto, en permanente contacto con cuanto nos rodea, que sea además una plataforma de iniciativas políticas, -regeneradoras, constituyentes y éticas- hacia el exterior y en clave de ciudadanía más que exclusivamente pensando en resucitar un partido agónico realmente aún existente en cuerpo presente, dirigido a las instituciones de toda índole, incluidas las autonómicas y sobre todo las municipales, pero tomando como prioritario al tejido asociativo a la vez que dispuesto a acciones imaginativas propias de gran calado mediático –como una PAH, pero en lo político, o disponiendo de un potente equipo de abogados para personaciones o denuncias como acusación particular, o para provocar con apoyos populares consultas electorales…- de cara a que se nos perciba por la sociedad que confesamos que vivimos también para ponernos a su servicio y a la cabeza de la transformación y erradicación de tanto cutrerío y sinvergonzonería.

En este caminar, nos iremos encontrando, fortaleciendo y fusionando con otras iniciativas afines que ya están en órbita, e influyendo, sí así lo asumen, en los que tantos trenes están perdiendo, como el PSOE, y quién sabe lo que nos deparará ese futuro que se irá haciendo en cada presente.

Y como tengo que acabar, porque me urgen desde la mesa, solo me cabe deciros en un segundo que muchos ánimos. La tarea no es nada fácil pero merece la pena. Gracias y salud para tod@s. 

Ignacio Trillo.

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