Ya sabemos cual es la legalidad vigente, lo que dice la Constitución sobre la residencia de la soberanía, la imposibilidad de que ampare una Consulta democrática legal al pueblo de Catalunya y, menos aún, una independencia unilateral. Es evidente que yo no apoyo conceptualmente el llamado Derecho(?) a decidir entendido como un derecho a la autodeterminación. Esto vale sólo para casos como el del antiguo Sáhara español.
Llegados a este punto y ante el sentimiento expresado por la gran mayoría de la ciudadanía catalana en las encuestas, en la calle y en su Parlamento, y a la vista de que el partido hermano -PSC- está a favor del derecho a decidir o cuando menos de la Consulta, me pregunto cual es la salida real que damos los socialistas a este grave situación más allá de recordar lo que establece una Constitución Española de hace 34 años, no inmutable.
Es cierto que el PSOE ha planteado una alternativa: la salida Federal. Una propuesta que precisa maduración para muchos catalanes y españoles en general, una oferta desde la oposición algo tardía sin duda e hilvanada en la cita territorial socialista de Granada con una confrontación ya avanzada. ¿Pero tiene suficiente enganche? ¿Llega a tiempo para desactivar el choque de trenes de alta velocidad? ¿Genera acuerdo en Catalunya o en el conjunto del Estado con otras fuerzas? ¿La comparte el Presidente Rajoy, máximo responsable con el PP de haber echado gasolina al fuego durante años en una buscada confrontación españolista y de tufillo electoral, político irresponsable y especialista en mirar al cielo para dejar transcurrir el tiempo hasta que pase la tormenta?
Me parece que nuestra respuesta, bienintencionada, se queda corta y no propicia la búsqueda de una salida del laberinto.
No sé si nos damos cuenta de que el sentimiento expresado por la mayoría de los catalanes debemos traducirlo como una clara expresión de su voluntad democrática. Lo diré más claro: ¿si hubiera una clara mayoría entre la ciudadanía catalana favorable a la independencia, haremos oídos sordos y vamos a imponerles que, sin ni siquiera consultarles, sigan formando parte de España porque lo dice la sagrada Constitución ... y punto? . ¿Donde queda el respeto a los principios de la democracia, donde la creación de cauces de participación y consulta a la ciudadanía más allá de una legalidad vigente siempre reformable?
Nos enfrentamos a un asunto de gran complejidad jurídica, a un problema político endiablado que se ha dejado enquistar, es verdad. Y no cabe ahora la demagogia ni frivolizar salidas. Pero los socialistas tenemos la obligación de dar una respuesta acorde con la realidad, forzando el diálogo entre las partes, exigiendo al Gobierno de España y al de Catalunya que se sienten a negociar y reforzando nuestra propuesta en la clave democrática. Y apunto, nada más, la necesidad de contrastar y proponer, tras conocer la opinión de toda la militancia del PSOE, una ley de la Claridad como la de Canadá para el caso de Quebec o un proceso legal y pactado de Consulta como el negociado por un inteligente Cameron para Escocia.
No será tarea fácil porque el debate no se produce en las mejores condiciones sino en medio de una crisis económica que todo lo salpica y pervierte, de un silencio total a la hora de argumentar las ventajas de mantener el vínculo, de unos antecedentes de agravios a Catalunya y de unas tendencias recentralizadoras impulsadas por el PP. Pero lo último que podríamos hacer los socialistas, en este momento histórico, es envolvernos en la fina bandera del federalismo y gritar !viva la Constitucion! Una contradicción hoy evidente por otra parte.
Odón Elorza
Diputado Socialista por Gipuzkoa
miembro de Foro Ético
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Es evidente que lo que esta pasando en Catalunya es fruto de la actitud y del comportamiento de ambos partidos mayoritarios durante todos estos años. No ha tenido sentido que sólo se haya negociado con los representantes políticos catalanes, especialmente con CiU, cuando el partido mayoritario de turno ha perdido la mayoría absoluta. Los ciudadanos han visto durante años con asombro, como se les utilizaba y manipulaba, como se prometían cosas a a cambio de votos y después se incumplían sistemáticamente. El recurso de inconstitucionalidad del Estatut, con la negación ha reconocernos como nación, las reformas respecto a la lengua y a la educación que ha implantado el PP con su mayoría y la inmensa crisis que tenemos, ha sido el caldo de cultivo ideal, para que crezca de forma imparable el sentimiento independentista en Catalunya. Como socialista pienso que la única solución, sino llegamos tarde ya, es la solución federal. pero no un estado federal con tantos estados como comunidades hay ahora, sino 4-5 estados solamente, que reconozcan política, judicial y culturalmente las diferentes naciones que forman el estado español
ResponderEliminarCon el Govern volcando ingentes recursos públicos, con la cobardía míope del Gobierno central y de PP y PSOE, con todos los partidos del régimen de voceros del nacionalismo, con TV3 el nuevo No-Do y con los demás medios públicos y privados alimentados por abundantes presupuestos y/o subvenciones, con la llamada sociedad civil controlada por las bases estabuladas... Os parece que puede considerarse el exito independentista como si todos los catalanes pensaraos igual? y en esas condiciones, a seis u ocho millones de catalanes nos quieren llevar a un referendum ANTIDEMOCRÁTICO por falta de igualdad de oportunidades. Goebels no lo hubviera hecho mejor! Firmado por Pepe Castellano.
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