El primer mazazo vino el fatídico 20-N -nunca a la izquierda le ha venido bien esa fecha- cuando el PP llegó al gobierno de la nación y el PSOE perdió más de cuatro millones de votos. Las primeras lecturas fueron relativamente autocomplacientes. “Hemos tocado suelo”, “la culpa ha sido de Zapatero”, “Rubalcaba no ha tenido tiempo”, así que por desgracia “nos toca pasar la travesía del desierto…”. Y he aquí que, entre el desaliento general, Rajoy comenzó a apretar las clavijas a las clases medias, a incumplir su programa electoral y a desmantelar derechos y servicios públicos propios de nuestro estado de bienestar. Eso que le llaman hechos objetivos, pero tan objetivos como que el PSOE en vez de recuperar parte de la confianza pérdida, desde entonces a esta parte ha perdido otros 6 puntos más.
¿Y ésto cómo es posible? Se preguntan la dirección federal y las regionales, sin encontrar una explicación clara. El teorema es algo así como <<algo tenemos que hacer, aunque no sabemos bien qué, así que demos tiempo al tiempo y esperemos a que la tendencia cambie>>, <<y seguro que, como el PP lo está haciendo rematadamente mal, la ciudadanía nos devolverá su confianza a partir de las próximas elecciones municipales>>, <<ah, y que mientras, nadie internamente intente pensar por sí mismo o plantee soluciones propias>>, <<esos son críticos y van contra el partido>>.
Y no se dan cuenta, quienes quieren mantener como un acto estatutario y de fe nuestra confianza en ellos mismos, que en la calle muchas personas están ya instaladas en el debate de presentar listas ciudadanas a las elecciones sin necesidad de Grillo alguno. En presentar el Partido, de los sin partido. Y si eso sucede, ¿qué?
Con una sociedad hastiada de los partidos clásicos. Con la sombra de la corrupción tapando cualquier buena gestión pública que se esté dando. Con partidos emergentes estilo UPyD o Ciutatans, con el crecimiento que ha experimentado IU, aunque yo piense que están cerca de su techo, y con la posibilidad más que real de esa aparición de Listas Ciudadanas. ¿Qué espacio queda para el PSOE?
Comunicadores clásicos en la esfera de la izquierda como Iñaki Gabilondo o Josep Ramoneda, o menosclásicos, como Nacho Escolar o Antonio Miguel Carmona, nada sospechosos, han reclamado al PSOE, con ‘urgencia’, una acción estratégica de amplio calado que dé la vuelta como un calcetín a la situación de desangramiento permanente que está conduciendo a un partido, que está más cerca del siglo y medio que del siglo, a su agonía más cruel. Y dentro de la organización mucha gente no nos resignamos a dejarlo morir. Aunque tengamos que pagar un alto coste de incomprensión por ello.
«Lo que no espero ocurra es que se eleve una voz, una sola, de ese campo de la izquierda, de quien hube de sufrirlo todo, por ser el único que ideológicamente me interesa, y al que aún aislada sirvo; una sola persona que, por estímulos de ética, de mínima reparación, clame y confiese la verdad y proclame al menos que no fui la equivocada yo, sobre quien se han acumulado las pasiones y la injusticia»
El voto femenino y yo ensayo de Clara Campoamor
¿Quién puede aportar un argumento sólido –cambiando sólo la palabra mujer por la de militante- para negar la misma petición que hacía Clara Campoamor en el Congreso de los Diputados el 1 de Octubre de 1931?
"Tenéis el derecho que os ha dado la ley, la ley que hicisteis vosotros, pero no tenéis el Derecho Natural, el Derecho fundamental que se basa en el respeto de todo ser humano, y lo que hacéis es detentar un poder; dejad que la mujer (el militante), se manifieste y veréis como ese poder no podéis seguir detentándolo...."
Recuérdese que antes de esta reivindicación para conseguir que el voto de la mujer pudiera ejercerlo y valiera igual que el de un hombre, hubo que reivindicar el sufragio universal frente a quienes pensaban que la democracia era censitaria.
“La política tiene que devolver el poder a la ciudadanía y los partidos la capacidad de decisión a sus militantes.”
Partido de militantes, sí. De afiliados, también. Pero sobre todo, sobre todo, de ciudadanos. Con ellos, por y para ellos.
Sólo eligiendo una nueva clase dirigente con reglas nuevas que garanticen la igualdad real de oportunidades huyendo del clientelismo, “permitiendo que el voto de cada militante valga lo mismo”, podremos conseguir que el proyecto político sustentado en la reformulación y viabilidad del estado de bienestar, la dignificación de todo ser humano, y la igualdad de oportunidades, sea creíble para una ciudadanía que nos necesita, quizás más de lo que hasta hoy nos hayamos merecido por nuestros errores.
Sigo creyendo que el PSOE, el gran partido que creó Pablo Iglesias, puede contribuir decisivamente a que en España volvamos a tener una sociedad más igualitaria, más solidaria y más justa.
De quienes hoy deciden dentro del partido depende el primer paso, para la recuperación, antes de que sea demasiado tarde: Permitir que el voto de cada militante socialista valga lo mismo.
Luis Salvador
Este artículo ha sido publicado en www.diarioprogresista.es
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ante todo, mi comentario pretende ser breve, y procurare que sea lo mas claro posible, una de las cosas que llevaba tiempo con ganas de comentar, es sobre la conveniencia O No, de seguir las directrices que marcan algunos Organismos Internacionales, como puede ser FMI, BCE, OCDE, o el Banco Mundial, mi critica a estos y otros Organismos Internacionales, proviene de las Reformas y Ajustes que han venido aconsejando a los paises, y que los Gobiernos de los distintos paises, han venido aplicando, sin el consenso de los ciudadanos, y yo me pregunto, No es mejor, que los Gobiernos de los paises,realicen sus politicas al margen de estos organismos? No deberiamos ejercer nuestra soberania como pais, frente a estos organismos, y tenerlos mas como organos meramente recomendatorios, que como Organos que imponen sus criterios a los paises? Seguramente hay muchos ciudadanos, que prefieren un Gobierno con ideas y alternativas, a otro que se deje Gobernar por Troikas, y Otro tipo de Organismos, hasta el momento No nos ha podido ir peor, por seguir las reglas de juego de estas entidades pseudo-Politico-Financeras. Debemos recuperar la soberania como pais, y trabajar por y para los ciudadanos, NO PARA LOS MERCADOS, Ni para este tipo de Organismos.
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