Por eso es el momento idóneo para plantearnos muchas reflexiones.Quiero incidir en las diferencias que se plantean a la hora de desarrollar uno u otro oficio,siendo aún pieza clave si eres hombre o mujer.
Me encantaría que fuese algo normal en la sociedad la elaboración de C.V. Sin foto y sin nombre y apellidos. Que cuando leas un curriculum te fijes en las cualidades para ocupar dicho puesto y no en el sexo de quien lo va a ocupar.
Según algunos estudios la tendencia de empresas y agencias de selección de iniciar la evaluación de las personas candidatas estableciendo un primer filtro basado en criterios de ocupabilidad, es decir que filtra a las personas en base a características propias de los candidatos tales como el sexo, la edad, la condición de ser o no ser de origen inmigrante, la condición de tener o no tener algún tipo de discapacidad, etc.
Educación y mercado laboral, en las actuales circunstancias las posibilidades de acceder y mantener un empleo, en general, guardan una estrecha relación con la formación. Sin embargo, en el caso de las mujeres dichas posibilidades se ven mediatizadas por otra serie de factores que desbordan su nivel formativo.
¿Como influye el nivel de educación en el acceso de la mujer al mercado laboral?¿Y en el tipo de trabajo al que optan las mujeres?
PROFESIONES DIFERENCIADAS POR SEXO¿HASTA CUANDO?
En el mercado laboral se proyectan diferencias, estableciéndose oficios masculinizados: construcción y afines, transportes, industria, etc; y profesiones feminizadas: enfermeras, maestras, limpiadoras, etc. Es lo que se conoce como segregación horizontal.
Otra segregación que establece el mercado laboral a partir de los estereotipos y roles de género es la vertical: por la cual en los puestos de representación, poder y toma de decisiones hay mayoritariamente hombres; mientras que las mujeres tienen mucha dificultad de atravesar esa esfera. A este fenómeno también se le llama techo de cristal.
¿Por qué en todos los estudios y publicaciones siempre se recogen datos sobre la edad de las trabajadoras, el estado civil, el número de hijos, y para finalizar el nivel de estudios.?
Es evidente que para el acceso al empleo lo fundamental de una mujer son los datos que corresponden a su vida privada, datos que se suponen están protegidos por la Ley 15/99 y su divulgación puede ser objeto de sanción pero, no obstante, si dicha información no es facilitada en la entrevista de trabajo, la cualificación profesional ya no es necesaria ponerla de manifiesto.
Por lo tanto, para acceder al mercado laboral la mujer debe reunir una serie de requisitos imprescindibles, fundamental ser joven en un 89,4% de los casos con edades comprendidas entre los 20-29 años, soltera y preferiblemente sin pareja; debe tener como mínimo una titulación universitaria, buenos conocimientos informáticos, y además es conveniente que sepa idiomas. Una profesional totalmente formada, pero que no será bien remunerada, porque según las informaciones recogidas de las Empresas de Trabajo Temporal, en la mayoría de los casos el conocimiento de idiomas no es necesario, y lleva aparejado un plus retributivo que no se recoge posteriormente en el recibo de salarios.
Nuestra profesional afortunadamente accede a su puesto de trabajo, todo un logro en los últimos años y ahora todo un reto para cualquiera. Ahora tendremos que tener en cuenta a qué tipo de puesto de trabajo ha tenido acceso, ya que como todas sabemos, existen dos categorías: los puestos masculinizados en donde una mujer tiene que demostrar su valía, que son mejor remunerados, y donde debe imponerse a un grupo de hombres que no están dispuestos a obedecer las órdenes de una mujer, o bien una profesión feminizada y por tanto de bajo salario.
Si la elección se ha centrado en un sector masculinizado podemos encontrarnos con comentarios como los siguientes:
“creo que puede haber un punto de frustración en el sentido de carreras donde las mujeres están empezando a introducirse, que empiezan sus estudios con unas ganas y luego tienen vetado el acceso al mundo profesional. la verdad es que esto lo percibo más en los ciclos formativos, donde se las impulsa a que estudien para determinados oficios (automoción, fontanería) a los que luego no pueden acceder profesionalmente, porque no hay empresa que las contrate (intermediadores/as laborales)”
“en el sector de la construcción lo notas, el hecho de tu decirle a un hombre cualquier cosa no es lo mismo un hombre que una mujer, tú como mujer parece que tienes que imponerte muchísimo más, eso a un hombre no se lo hacen y en el sueldo también hay diferencias (licenciada)”
“es lo que decía ella no te toman en serio, a lo mejor te ven y eres una mujer y supongo que será por eso, les cuesta más creeerte o a lo mejor obedecer una orden que te da una mujer o alguien que es más joven. (licenciada)”
Sin embargo, por extraño que parezca la situación es inversa, es decir, si un hombre accede a un puesto de trabajo feminizado, lo único que hace es darle prestigio. Lo hemos leído ya en los análisis de algunas compañeras. Hablo de modistos, cocineros, peluqueros, trabajos que han realizado y siguen realizando las amas de casa, y que se consideran tareas domésticas, coser, cocinar y peinar, pero algunos de los hombres que realizan estas profesiones típicamente femeninas, gozan de renombre internacional. Si las realiza una mujer se considera que tiene unas habilidades y conocimientos innatos, y por tanto no son valoradas en los convenios colectivos, que generalmente son negociados por hombres. Prueba de que la inserción del hombre en el mercado laboral no ofrece tanta dificultad la tenemos en la siguiente frase:
“cuando hice la diplomatura en educación social, sobre todo para centros penitenciarios o colectivos conflictivos, preferían a los chicos, porque pensaban que las chicas eran más débiles en ese sentido. en mi promoción por ejemplo eran 8 chicos, se incorporaron todos al mercado laboral en puestos relacionados con la diplomatura, cosa que las chicas acabaron cada una donde pudo. (licenciada)”
Otro tipo de discriminación que afecta a las mujeres, y que está relacionada con ese rol secundario es la discriminación en el salario: donde trabajos iguales reciben distinta retribución en distintas empresas, e incluso en algunas empresas trabajos con las mismas tareas y funciones reciben distinta retribución. En el primer caso es relativamente fácil detectar la discriminación, sin embargo habitualmente se debe a que personas que desempeñan dos tipos de trabajos equivalentes reciben retribuciones distintas, debido a que se infravaloran aspectos del trabajo normalmente realizado por mujeres.
Para finalizar, si eres mujer y eliges un trabajo feminizado será un trabajo mal pagado, si eliges un trabajo masculinizado tendrás muchas dificultades para entrar en el sector. Lo mires por donde lo mires la cuesta es siempre más empinada y ascendente, y simplemente hemos visto las condiciones del acceso al trabajo de una joven soltera titulada. Mucho ánimo para las que no reunimos ese perfil.
Mariola Martín
Fuente: Acceso al mercado laboral de las tituladas superiores en España: empleabilidad y cualificación. Instituto de la Mujer. Secretaria General de Políticas de Igualdad.
Fuente:El papel de la Educación en el acceso de la mujer al mercado de trabajo .Nuevos retos para el sistema de protección social.(Ministerio de Trabajo e Inmigración)
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